Un estudio reciente revela que los chirlos o nalgadas afectan la salud mental del niño en el futuro

El estudio revela cómo las nalgadas afectan también la salud psíquica de los niños como cualquier otro tipo de violencia infantil más severa.

Un nuevo estudio revela que los niños a los que les dan nalgadas o cualquier  otro tipo de chirlo, deberían ser considerado como un caso más de violencia infantil ya que están relacionados al mismo riesgo de padecer problemas de salud mental en el futuro.

¿En que consistió la investigación?

El estudio fue llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Manitoba, la Universidad de Michigan, la Universidad de Texas y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Los resultados, publicados en la revista científica Science Direct,  provienen de un análisis escrupuloso de los datos recopilados de un grupo de más de 8.000 adultos de entre 19 y 97 años que recibieron abuso físico y emocional durante su infancia.

En principio, esta información se utilizó sólo para los casos de “experiencias adversas en la infancia” o  EAI: violencia física y emocional y casos de neligencia en niños. Se descubrió que las EAI están relacionadas estadísticamente con la depresión, el alcoholismo, la drogadicción y diversos efectos adversos para la salud psíquica en la adultez.

Pero ahora, se volvieron a analizar los datos anteriores y se descubrió que las nalgadas, que no están consideradas dentro del grupo de las EAI, mostraban vínculos significativos y los mismos efectos adversos que las formas más graves de abuso infantil. Por lo que ahora sugieren que deberían incluirse dentro del grupo de las EAI.

A los encuestados del estudio anterior se les había hecho un cuestionario donde se le preguntaba si había sido golpeados durante su infancia y con qué frecuencia.  Si la persona contestaba que nunca había recibido una nalgada o solo había recibido muy pocas durante el año se consideraba la respuesta como negativa. En cambio si fueron castigados con frecuencia se la consideraba afirmativa.

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Los resultados demostraron que los individuos que también habían recibido chirlos tenían una mayor probabilidad de sufrir depresión, tener intentos de suicidio o abusar de drogas y alcohol, en comparación con aquellos que no recibieron ninguna nalgada.

Los investigadores no sugieren que los chirlos sean lo mismo que cualquier forma más grave de abuso, pero lo que revelan es que los chirlos, sí pueden tener los mismos efectos adversos en la salud mental de los niños que cualquier otra experiencia más grave de violencia infantil.

Esto no significa que cada niño que recibió una nalgada necesariamente va a ser en el futuro una persona adicta a las drogas o esté destinada a la depresión o al suicidio, pero sí señalan que hay más probabilidades de que puedan tener este tipo de problemas en el futuro.

Asimismo, los investigadores señalan que no hay estudios que demuestren que esta forma de corregir a un niño beneficie el desarrollo y su salud psíquica, de modo que los datos recopilados son una advertencia para considerar la forma en que educamos a los más pequeños.

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