El niño inapetente

El niño inapetente

¿Debo obligar a mi hijo a terminar su plato de comida?

Las necesidades energéticas de los niños pueden variar mucho y es aconsejable respetar la sensación de saciedad o de hambre que manifieste tu hijo. Estandarizar la alimentación según la edad y obligar en función de esto a ingerir la misma cantidad de alimentos que otros niños es un error. A veces no se trata de un niño inapetente, sino que no come lo que los padres esperan que coma.

También es una equivocación frecuente presionarlos para que terminen sus raciones de alimentos, ya que una misma porción puede resultar escasa para algunos y excesiva para otros chicos.

El problema de forzarlos a aceptar una determinada cantidad de alimentos y un ritmo que teóricamente le convenga es que se crearán conflictos en torno a las comidas posteriormente.

¿Puede influir el entorno en su alimentación?

La atmósfera creada a la hora de las comidas también es un factor importante, que contribuye en la actitud que el menor adopte para con los alimentos. Si el adulto tiene grandes expectativas respecto al comportamiento del niño a la hora de comer y lo amenaza con reprimendas si las acciones de éste no coinciden con sus deseos, esto hará que el menor sienta temor a la hora de comer.

Las discusiones y otras tensiones emocionales también ejercen un efecto negativo. Si las comidas son consumidas con apuro, se creará una atmósfera de agitación que reforzará la tendencia a comer con demasiada rapidez.

Un ambiente positivo, en cambio, significa dedicar tiempo suficiente a las comidas, tolerar los derrames ocasionales de alimentos e incentivar el diálogo, que incluye a todos los miembros de la familia, aunque sean pequeños.

¿Qué es la inapetencia infantil?

La inapetencia infantil es una de los temas que más preocupa a padres y madres. Aproximadamente, entre el 10% y el 25% de los niños de entre dos y cinco años son llevados a la consulta pediátrica porque no comen nada o cuando lo hacen es con mucho desgano. Además parecieran no crecer lo suficiente ante la mirada de los padres.

En la mayoría de los casos no es sinónimo de enfermedad y la situación es fácil de revertir. Una historia clínica detallada y una exploración física completa permiten descartar enfermedades agudas o crónicas. Por eso, si tu hijo está sano, debes saber que la mayor parte de los niños que se niegan a comer tienen un apetito apropiado para su edad y para su ritmo de crecimiento. Más allá de que la ingesta de alimentos varíe de un día a otro, y aunque te parezca que no come durante largos periodos de tiempo, su crecimiento y desarrollo es normal.

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A menudo, el motivo por el cual muchos padres obligar a sus hijos a comer es porque desconocen que después del primer año de edad los niños sufren una disminución fisiológica del apetito. Durante ese período aumentan entre 2 y 3 kilos por año. Este ritmo de crecimiento representa tan solo el 20% ó 30% del que tuvieron durante su primer año de vida, pues esto va aparejado con los menores requerimientos nutritivos y la consecuente disminución del apetito.

En esta etapa, los menores se muestran más interesados por descubrir el universo circundante que por ingerir alimentos. Con lo cual, obligarlos a comer ciertas cosas solo hará que termine por rechazarlas todas, ya que el acto de comer se tornará algo incómodo y displacentero.

Consejos útiles

El rechazo a comer puede surgir también como consecuencia de utilizar un sistema de castigos, súplicas o sobornos ante la negativa del niño a comer. Esta modalidad, no arrojará los resultados esperados, por lo que a continuación te pasamos una lista de sugerencias para que apliques con tu hijo al momento de servirle las comidas.

  • Cuando adopte una conducta inapropiada a la hora de comer no se lo marques mediante gritos, enfado o castigos. Retira el plato una vez finalizado el tiempo acordado y vuélveselo a presentar en la próxima comida.
  • Controla aquellas cosas que come a deshora, como golosinas, y la toma de leche o jugos.
  • Asegúrate de que realice las cuatro comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena).
  • Evita incluir en las comidas otro tipo de actividades, como mirar televisión, escuchar música o jugar.
  • Acostúmbralo a que permanezca en la mesa durante el transcurso la comida.
  • Sírvele el menú de acuerdo al orden de su presentación.
  • Considera los gustos del niño y cuida la presentación de los platos, ya que excitan más su apetito que la monotonía de una comida que se repite en forma aburrida.
  • Prueba con alimentos nuevos en pequeñas dosis. Negocia una cantidad mínima y, aunque algunos sean rechazados, no cedas a los caprichos.
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El rechazo de ciertos alimentos

A medida que amplíes la dieta de tu niño es posible que comience a despreciar ciertos alimentos. A este hecho se lo denomina “negativismo” y consiste en el rechazo persistente de determinados alimentos o comidas. Por lo general, esto sucede cuando el niño posee un carácter dominante o es muy consentido.

Para evitar que esto pase y más tarde este tipo de comportamiento se traslade a otros ámbitos de la vida del menor, te recomendamos que le des a probar alimentos variados en sabores, de forma distendida, sin imposiciones. Si los rechaza nunca pierdas la calma. Negocia la cantidad mínima que debe comer de cada plato y deja que sea tu hijo/a quien se sirva. Esto favorece su autonomía. Ante un nuevo alimento, exígele que pruebe al menos un bocado pero, de ningún modo, lo obligues a comer todo el plato y jamás sustituyas un alimento que haya sido rechazado por otro que sea de agrado del menor.

Si el niño exige comer 10 minutos después de la comida, debido a que durante esa instancia comió poco, no debes darle nada hasta la merienda. No te enfades, pero se firme. El hecho de que tu hijo pase hambre durante un par de horas no es un drama, inclusive servirá para que conozca la sensación de tener hambre. Si tienes constancia, el niño entenderá que debe tomar los alimentos que le presentas en el momento oportuno.

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4 opiniones en “El niño inapetente”

  1. Mi hijo tiene 13 meses y hace unas semanas no quiere probar comida solo leche, fruta o yogurt, antes era de muy buen comer pero despues de que estuvo con diarrea no volvio a comer como antes, es normal esto? que debo hacer? la pediatar me dice que no lo moleste que lo deje comer lo que el quiera mientras coma.

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