El niño agresivo

El niño agresivo

¿Cuáles son las causas de la agresión en el niño agresivo?

A veces sucede que algunos niños, a partir del momento que comienzan a dar sus primeros pasos, muestran agresividad hacia otros niños o incluso hacia sus mayores mediante golpes, mordidas, rotura de juguetes o inclusive con sus mascotas. Es una manera de captar la atención de sus padres o de obtener de otros niños el objeto o juguete que desean.

Estos episodios ocurren en el desarrollo normal de todo niño, pero en algunos esto se convierte en una conducta permanente, que puede determinar una baja autoestima y una expresión de un exceso de angustia o tensión que sólo encuentra la agresividad como única vía de manifestarla.

La agresividad puede significar una manera de dominar a un grupo o de imitar experiencias vividas en su propio hogar. Hay que saber detectar a tiempo estos estados, porque la agresividad puede  transformarse en auto-agresión y requiere de un diagnóstico y un tratamiento especializado. Esto es materia de investigación de un pediatra especializado en conductas sociales de los niños.

Múltiples investigaciones demuestran que un niño físicamente agresivo desde temprana edad, tienen mayor tendencia a serlo en edad adulta. Asimismo la exposición a situaciones violentas en televisión, películas o videos, estimulan la agresión en estos niños.

¿Qué puede hacerse en estos casos?

A continuación te damos algunas pautas que puedes seguir cuando sospechas que tu hijo es agresivo:

  • Cuando se los vea más agresivos que el resto de los niños, hay que supervisarlos más de cerca.
  • Cuando agreda a otro niño, separalos y consuela y atiende al niño que ha sido agredido.
  • Cuando comience a dar sus primeros pasos dile: “No debes pegar, duele cuando pegas”. A los 2-3 años dile: “Sé que tienes coraje y eres valiente, pero cuando pegas o muerdes provocas dolor”.
  • Nunca ignores o menosprecies las peleas entre hermanos. Muchas veces se le da la razón al más pequeño de los dos para que no llore. Hay que ser objetivo y equitativo en estas situaciones.
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¿Cuál es el tratamiento?

En casos de persistencia de conducta agresiva en un niño, el tratamiento siempre debe ser realizado por un profesional especializado, después de una evaluación exhaustiva en base a charlas, juegos, test observacionales y de conducta.
Sabemos que la conducta es un comportamiento aprendido y por lo tanto puede ser modificado con nuevas enseñanzas. Siempre es fundamental la intervención activa de los padres. Unas reglas mínimas para los padres son aconsejables:

  • Paciencia y perseverancia, nunca responder con agresión hacia el niño.
  • Reducir el contacto con modelos agresivos, ya sean otros niños, películas, videos, juegos en las plazas o incluso familiares cercanos.
  • Informar al resto de los adultos que estén en contacto con el niño que estás estudiando sus respuestas a estímulos que causen reacciones violentas (pataleos, berrinches injustificados, golpes, mordidas, etc…). De esta forma pueden ayudarte a conocer las respuestas del niño con ellos.
  • Pon tu plan en marcha y contáctate con tu pediatra que sabrá asesorarte.

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