Club de juegos: un espacio para jugar con mamá y papá

¿Qué es un club de juegos?

Jugar es fundamental para el desarrollo de bebé, pero no se trata de rodearlo de juguetes y esperar que la magia suceda. Para aprovechar todos los beneficios de esta actividad, los padres deben involucrarse al máximo; en ese sentido, los clubes de juegos son de gran ayuda.

En estos espacios, mamás y papás disfrutan de una hora de juego junto a sus bebés y otros pares, en función de propuestas pedagógicas y lúdicas acordes a la edad de los pequeños.

Estos grupos, además, funcionan como una instancia de sociabilización tanto para los adultos, que comparten su experiencia con otras personas que se encuentran en igual situación, como para los bebés que comienzan a interactuar con niños de su misma edad.

¿Qué se hace en un club de juegos?

Si bien las propuestas varían en cada institución, pueden encontrarse algunos puntos en común.

En primer lugar, el niño debe asistir acompañado de su mamá, papá o, en su defecto, un adulto responsable con quien se sienta a gusto.

Además, la frecuencia de los encuentros suele ser de dos veces por semana, y se recomienda vestir ropa a prueba de juegos, es decir cómoda.

Gymboree Play & Music, una empresa pionera a nivel mundial en programas de aprendizaje y estimulación temprana,  se organiza en siete niveles de acuerdo a la edad de los niños (de 0 meses a  5 años). En Play 1 y Play 2 (de 0 a 10 meses) la idea es explorar los sentidos y nutrir el desarrollo auditivo y visual, para eso “se juega boca abajo, con linternas, canciones, masajes, desplazamientos psicomotores, estimulación táctil a través de diferentes texturas, burbujas y paracaídas, entre otras actividades”, explican. Además, “se Incluyen charlas con los padres en diferentes temas relacionados con la crianza del bebé para ayudar a comprender mejor el desarrollo de los niños”.

En Planeta Juego ofrecen varios programas educativos para familias con hijos de 0 a 3 años. La idea es que “los padres compartan con otros padres la etapa más importante de la vida de un ser humano: los primeros tres años de vida”, indican. Los programas incluyen actividades de diferentes áreas como música, plástica, motricidad, literatura y desarrollo cognitivo.

Los Grupos Planeta son para bebés de 3 meses a  3 años; allí además de disfrutar 90 minutos de juego y recreación con sus hijos, los padres cuentan con un momento especial -generalmente se comparte una merienda- en el que hablan sobre sus experiencias, de esta forma se “teje una red de sostén” que es muy necesaria en esta etapa de la vida.
Mientras que los grupos Baby Club van de los 6 meses a los 3 años y se organizan por ejes temáticos, así cada día se desarrolla un tema específico. “Los grandes chefs”, “Explorando sonidos” y “De compras con mamá y papᔠson algunos de los títulos de los últimos encuentros.

Por otra parte, estos espacios funcionan como una usina de ideas para después replicar en casa. Las coordinadoras de los grupos les explican a los padres con qué jugar de acuerdo a las diferentes etapas evolutivas que atraviesan los niños. El pan rallado, por ejemplo, es muy recomendable para incentivar el descubrimiento de nuevas texturas; así que a la hora de empanar milanesas, hay un juego en puerta.

¿Qué debo tener en cuenta?

Al elegir un jardín maternal, es común que los padres investiguen sobre la institución que quedará a cargo de su pequeño. Lo ideal es que suceda lo mismo con estos centros de estimulación temprana o clubes de juego, ya que si bien los padres estarán allí junto a su hijo, el lugar debe cumplir con determinados requisitos.

El espacio debe ser amplio para que los niños tengan libertad suficiente para moverse de un modo seguro, de lo contrario jugar se puede convertir en una actividad peligrosa y frustrante.

Los pisos antigolpes (de goma eva o material similar) y la iluminación natural son ideales.

Otro punto a considerar es la ventilación, las salas deben estar aireadas y bien climatizadas para soportar tanto las altas como las bajas temperaturas.

Por otra parte, estos lugares deben estar provistos de equipamiento variado y acorde a la etapa evolutiva de los niños.

La importancia del juego

El juego es más que diversión,  “Es fundamental para establecer el vinculo madre-hijo”, explica Sara Zusman de Arbiser, médica psicoanalista especialista en niños. “El bebé necesita que lo miren, que lo toquen; no hay nada como aprender a través de la palabra de un adulto, puede ser la madre, o en su defecto un sustituto, alguien que se dedique directamente a él”, agrega la especialista.

“La sola presencia de la madre tiene un efecto poderoso en el hijo al momento de encarar las actividades que proponemos en Gymboree”, cuenta María Silvani, directora General de la empresa. Es que “la presencia del adulto con el cual el chico tiene un vínculo afectivo le da confianza y seguridad para encarar cada desafío. Si ve que su mamá está ahí para apoyarlo, que su mamá salta, canta y juega, entonces el niño hará lo mismo y disfrutará aún más de la actividad”, agrega Silvani.

Además, el jugar tiene un efecto catártico, ya que “a través del juego los bebés expresan experiencias traumáticas o conflictos”, indica Zusman de Arbiser.
El clásico juego de la sabanita, por ejemplo, que consiste en tapar al bebé con una tela para luego descubrirlo, le permite al niño  “hacer activamente lo que él sufre pasivamente cuando su mamá se va”, explica la especialista.

Por otra parte, jugar es una excelente forma de conocer a nuestros hijos. Mediante el juego podemos saber qué les gusta, cuáles son aquellas actividades que más disfrutan y qué características de su personalidad son más notorias.

Más allá de estos espacios específicos, la idea es trasladar la practica del juego consciente a la rutina diaria y continuar la propuesta puertas adentro. Porque jugar es cosa seria.