En la mayoría de los casos, los niños son bastante inquietos. A veces no les gusta quedarse en un solo lugar, a veces no les gusta dormir temprano, a veces no les gusta comer saludable y, ahora que estamos en tiempo de pandemia, a veces no les gustan usa con mascarillas o tapabocas.
Las mascarillas son necesarias
Cada día se materializa más la idea de volver parcialmente a la normalidad. Son muchos los establecimientos e instituciones que están comenzando a abrir en varias partes del mundo, tal como es el caso de los restaurantes, los salones de belleza, los juzgados y las escuelas.
Los países que ya han logrado controlar la pandemia (como es el caso de Nueva Zelanda, Corea del sur y China) han vuelto a abrir sus escuelas, estableciendo ciertas medidas de seguridad, como lo son las normas de distanciamiento social y el uso obligatorio de mascarillas.
Esta es una realidad que, aunque aún se ve lejana en nuestro lado del mundo, acabará ocurriendo también, especialmente en países que han adoptado medidas efectivas de control (como es el caso de Argentina, Uruguay y Bolivia).
Debemos considerar que aún no se sabe cuándo estará lista una vacuna y, ciertamente, la misma podría acabar estando lista para finales del 2021. Hasta entonces, las medidas de prevención serán nuestro mejor aliado.
Los consejos que dan los expertos
Todos los que somos padres sabemos que los niños pueden llegar a ser bastante ansiosos e inquietos, y en la mayoría de los casos, convencerlos de utilizar mascarillas puede llevar bastante trabajo. Por este motivo, hemos hecho una recopilación de 5 consejos de expertos en psicología y pedagogía que nos serán de mucha ayuda en el proceso de enseñarlos a utilizar estos instrumentos de protección.
1. Da el ejemplo
Una realidad que los padres no pueden negar es que, aunque las palabras pueden educar, los ejemplos son los que realmente enseñarán a los pequeños como deben actuar ante las distintas situaciones que se les presenten.
Por ello, podemos inculcar a nuestros hijos el hábito de utilizar mascarillas haciéndolo nosotros delante de ellos. Esto demostrará a los niños que no son los únicos que tienen esta obligación y que todos debemos poner de nuestra parte. También es de gran ayuda el buscar fotos de familiares o amigos que estos admiren, en donde se les vea utilizando una mascarilla.
Es bastante contraproducente el demostrar desagrado por las mascarillas delante de nuestros hijos, ya que los estaremos enseñando a adoptar esta conducta. Los especialistas recomiendan a los padres utilizar la mascarilla en todo momento, incluso dentro de casa, para que los niños comiencen a verlas con normalidad.
2. Edúcalo de manera progresiva
Para un niño pequeño, acostumbrarse a utilizar una mascarilla no es tarea fácil, pero debemos tener en cuenta que, de comenzar las clases antes de la salida de una vacuna o tratamiento, evidentemente será obligatorio el uso de tapabocas, y nuestros hijos estarán obligados a cargarlos puestos en todo momento mientras estén en la escuela.
Por ello, muchos especialistas recomiendan realizar prácticas en casa mientras que aún no es obligatorio salir de esta. Según estos, es recomendable pedir a nuestros pequeños utilizar la mascarilla durante un periodo del día, el cual se irá alargando a medida que pase el tiempo.
Para tener éxito en esta práctica, ciertamente, es necesario tener mucha paciencia. Sin embargo, no hay dudas de que a la larga estas dinámicas producen buenos resultados. Una herramienta de gran ayuda para la misma sería la elaboración de un sistema de recompensas.
3. Explícale la situación sin profundizar tanto
¡Todos los niños son inteligentes! Por eso mismo, si les es explicada la situación de la forma correcta, son capaces de comprenderla perfectamente. En algunos casos, la mejor solución a los problemas es sentarnos con nuestros pequeños y tener una charla padre-hijo. Sin embargo, al ser muy pequeños, algunas informaciones pueden hacerles más mal que bien.
Si comenzamos a hablar con estos de todas las consecuencias de infectarse con COVID-19, más que educarlos, estaríamos inculcándoles un trauma. Por ello, debemos ser muy cuidadosos y explicarles las cosas de la manera más blanda posible.
Los expertos recomiendan que, en vez de enfocarnos en las consecuencias de la enfermedad, nos enfoquemos en comparar el hábito de utilizar mascarilla con otros hábitos más normalizados, (como, por ejemplo, el lavado constante de manos).
4. Hazlo sentirse involucrado al momento de conseguir la mascarilla
Un error que muchos padres cometemos inconscientemente es no dejar a nuestros hijos elegir sus cosas, ya sean juguetes, ropa o, en este caso, mascarillas. Esto, lo único que provoca es que el aprecio que ellos sienten por dichos objetos se vea reducido.
Ante esta situación que hace obligatorio el uso de mascarillas, muchos expertos en psicología infantil se han valido de esta realidad para enseñar a los padres a inculcar en sus hijos el hábito de utilizar mascarillas.
Estos indican que una de las mejores maneras para que un niño desee utilizar mascarillas es involucrarlo en el proceso de adquisición de esta, dejándolo que el mismo escoja el diseño o ayude en su elaboración (en caso de que se trate de una mascarilla casera). Según los expertos, esto hace a los pequeños sentirse involucrados, y evita la sensación de imposición.
5. Asegúrate de conseguir la mascarilla más cómoda para tu hijo
Uno de los principales motivos por los que los niños prefieren evitar las mascarillas es lo incomodo que resulta utilizarlas. Para muchos niños, estas pueden traer dificultad para respirar (especialmente cuando son asmáticos), dificultad para expresarse, incomodidad e incluso dolor.
Para evitar esto, los expertos recomiendan probar con distintos tipos de mascarillas. Hoy en día, existen de muchas clases, elaboradas con distintos materiales, por lo que solo es necesario experimentar un poco.
Es muy importante fijarnos que la misma sea del tamaño adecuado. También es de mucha ayuda el buscar un diseño que sea del agrado del niño, esto puede servir como una motivación adicional para utilizar la mascarilla.
Ciertamente, el coronavirus ha llegado para quedarse por un largo rato. Ya se sabe que una vacuna es posible, sin embargo, hasta que llegue, cuidarnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos es la única alternativa.