Polihidramnios: aumento excesivo del líquido amniótico

Puede producir desprendimiento de placenta, rotura prematura de la bolsa y parto prematuro. Su diagnóstico y tratamiento es fundamental para que el embarazo curse normalmente.

Polihidramnios: aumento del líquido amniótico

¿Qué es el polihidramnios?

El polihidramnios es el exceso en cantidad del líquido amniótico. Puede traer complicaciones tanto en la madre como en el bebé, o bien ser el síntoma que revela la existencia de otra enfermedad.

¿Qué papel cumple la proporción adecuada de líquido amniótico en el desarrollo del embarazo?

El líquido amniótico rodea y protege al feto. Durante el segundo trimestre el feto es capaz de inhalarlo, de modo tal que entra en sus pulmones, y tragarlo, promoviendo el desarrollo y crecimiento normal tanto de los pulmones como de su sistema gastrointestinal. Este fluido también permite que el bebé se mueva, colaborando en el desarrollo normal de sus músculos y huesos.

El saco amniótico que contiene al embrión se forma alrededor de 12 días después de la concepción, mientras que el líquido amniótico comienza a llenar el saco de forma inmediata. Durante las primeras semanas del embarazo está compuesto principalmente de agua suministrada por la madre. Después de las 12 semanas, el fluido está formado principalmente por orina fetal.

La cantidad de líquido aumenta aproximadamente hasta la semana 32 del embarazo. En general, pasado ese momento el nivel permanece estable hasta que el feto alcanza su desarrollo completo (entre las 37 y las 40 semanas), período en que empieza a disminuir.

¿Cómo se diagnostica el polihidramnios?

La cantidad de líquido amniótico se determina a través de una ecografía, llamada “Índice de Líquido Amniótico” (ILA), que se efectúa midiendo la profundidad del fluido en cuatro cuadrantes del útero y sumando los resultados obtenidos. Si posee una profundidad superior a 24 cm. la mujer embarazada presenta polihidramnios.

¿Es frecuente la aparición de polihidramnios?

Alrededor del 1% de las embarazadas posee una cantidad excesiva de líquido amniótico. La mayoría de los casos son leves y se producen como resultado de una acumulación gradual de líquido durante la segunda mitad del embarazo. Sin embargo, un pequeño porcentaje de mujeres sufre una acumulación rápida de líquido amniótico a las 16 semanas de embarazo, lo que puede traer como resultado un parto muy prematuro, por la excesiva distensión de la cavidad uterina, que provoca contracciones.

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¿Cuáles son los síntomas?

Generalmente, el polihidramnios leve presenta escasos síntomas, mientras que en los casos más severos se asocia a malestar abdominal y dificultades para respirar debido a que el útero oprime tanto los órganos abdominales como los pulmones.

Esta patología también aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como el  parto prematurorotura prematura de bolsadesprendimiento de placenta (cuando la misma se desprende de manera parcial o total de la pared uterina antes del nacimiento), hemorragias postparto por atonía uterina, mala posición fetal y procidencia de cordón umbilical.

¿Por qué se produce?

En aproximadamente 2/3 de los casos se desconoce la causa (idiopáticos), mientras que alrededor del 20% de los bebés afectados por polihidramnios tienen un defecto congénito, especialmente a nivel del aparato digestivo, que impide que el feto trague normalmente el líquido amniótico. Al tragar, el feto colabora en la manutención constante del nivel de líquido amniótico en relación con su producción. Otras causas menos comunes de esta patología pueden ser:

¿Cuál es el tratamiento?

Si una ecografía de rutina detecta esta patología, el médico recomendará un control ecográfico más exhaustivo para confirmar o descartar la existencia de defectos congénitos y, en casos de embarazos múltiples, el síndrome de transfusión fetal.

Dependiendo del momento del embarazo en que se diagnostique esta enfermedad podría también sugerir la realización de una amniocentesis para detectar alteraciones cromosómicas en tu bebé. Se realizarán también estudios en sangre para descartar diabetes gestacional.

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Hay casos en que el polihidramnios se cura sin necesidad de llevar a cabo ningún tipo de tratamiento, especialmente cuando es leve. También puede desaparecer si se corrige el problema que lo ocasiona. Por ejemplo con el tratamiento de elevados niveles de azúcar en sangre en mujeres que sufren diabetes, o de arritmias cardíacas fetales.

Se debe realizar un seguimiento estricto de las pacientes que sufren de polihidramnios, que incluyen exámenes semanales ecográficos, para verificar los niveles de líquido amniótico. También se realizarán pruebas para controlar la salud fetal.

En los casos en que la embarazada sienta mucho malestar, como consecuencia del volumen excesivo de líquido amniótico, puede ser necesaria la amniocentesis, procedimiento que se realiza mediante la colocación de un catéter a través de la pared abdominal materna que permite la extracción del exceso de líquido amniótico

En los casos de polihidramnios leve, no se realiza ningún tratamiento si los estudios de vitalidad fetal y maternos son normales.

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