En febrero de este año, un matrimonio de Texas vivió una de las historias más conmovedoras que cualquier pareja podría experimentar. Vieron la llegada de su pequeña niña con síndrome de Down y sus reacciones muestran lo que es el amor verdadero.
No solo el sexo de su hija fue una sorpresa para ellos
La pareja (Amber Rojas y Fernando) estaba a la expectativa con la llegada de su último bebé. No quisieron conocer su sexo puesto que querían que se tratase de una sorpresa. El día del parto (que se realizó en una bañera en casa) se dieron cuenta que era una preciosa nena, pero eso no fue todo.
Justo en ese momento también notaron que era una pequeña con síndrome de Down. La expresión en sus rostros es realmente conmovedora: emoción pura, una gran felicidad que se transmite a quienes observamos desde la distancia.
Impresiones de unos padres enamorados
Esta pareja se enamoró de inmediato de su pequeña, como es de imaginar. En una entrevista para el portal Health.com, la madre de 35 años explicó que este sería su último parto, por lo que deseaba conocer todo respecto a su nueva hija tras dar a luz, no antes de ese tiempo. Así que le pidió a su doctor que no le revelara ningún tipo de información sobre su bebé.
Además añadió: “Cuando vi la cara de mi bebé supe que tenía síndrome de Down, supe que todo sería distinto. Lo curioso es que se lo había anticipado a mi esposo, puesto que le mencioné que este bebé sería distinto, lo sentía en mi interior”.
El nombre de la pequeña es Amadeus Reign y lo emocionante de todo es que la familia la recibió con gran alegría y la aceptaron con todo el amor que requiere. “Quería saber todo sobre los bebés con síndrome de Down porque quiero cuidar a mi hija lo mejor. No nos importa que tenga Down, estamos locos por ella, la amamos y también a sus cromosomas”, dijo la madre.
Una actitud positiva ante cualquier circunstancia
La familia ha mantenido una actitud positiva, un gran ejemplo para aquellas parejas que pasan por tales circunstancias. Es bien sabido que resulta todo un reto, pero con amor, entrega y la actitud correcta todo es posible.
Han decidido criar a la pequeña “Ami” justo como al resto de sus hijos. Tienen al varón mayor, Xavier que tiene 10 años de edad, a las gemelas de 8 años de edad (Kaydence y Zayden), así como al pequeño Evra de dos años de edad.
¡Esperamos que sean súper felices!