El parto: el gran momento

El parto: el gran momento

¿Por qué el parto es un momento de mucha tensión?

Tanto para la mujer como para el hombre el proceso de parto y el nacimiento en sí, son acontecimientos conmocionantes. Todas las fantasías, deseos y miedos se develarán con el nacimiento.

Para la mamá, el estar en una camilla delante de personas que a veces pueden ser absolutamente desconocidas, desnuda, pujar y respirar, el dolor de las contracciones, el estar pendiente de que todo salga bien (recordemos que es este el momento más temido: tanto por la posibilidad del sufrimiento físico como por el éxito del parto, el cumplimiento de las expectativas respecto al sexo y la normalidad del bebé etc.) hacen que sea un momento de mucha tensión.

Es por este motivo que es tan importante un buena preparación psicoprofiláctica. La mujer se sentirá ansiosa por realizar bien lo que se espera de ella. Se suma a esto la expectativa por el encuentro con el hijo. Es esta la motivación que subyace y que permite “seguir adelante”: todo lo que un hijo representa y significa.

¿Es necesario que el padre esté presente en la sala de partos?

El padre puede participar del parto en mayor o menor medida. Existe, en la actualidad, cierta tendencia a que el papá presencie el nacimiento. En nuestra opinión la decisión debe tomarla cada pareja: un papá puede estar muy presente y acompañar positivamente a su mujer sin necesidad de estar en el momento del parto.

Para los padres también es la culminación de un proceso y la develación de una cantidad de misterios. El también quiere conocer a su hijo y desea que “todo salga bien”.

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