Un estudio realizado en más de 4.000 embarazadas y niños por el Instituto del Cerebro de Queensland, Australia, ha revelado recientemente que las mujeres con deficiencia de vitamina D son más proclives a tener hijos con autismo que las que poseen los niveles adecuados de esta vitamina.
El grupo de madres y niños formó parte del estudio llamado “Generación R” en Rotterdam, Países Bajos. La ABC informa que el vínculo entre la vitamina D y el autismo es mucho mayor desde las 20 semanas de embarazo y más aún en la última semana.
La vitamina D es esencial para la sanidad general, aunque sus propiedades intervienen específicamente en la salud de huesos y músculos. La vitamina D se absorbe mayormente por la exposición al sol y se encuentra en alimentos como el pescado, y huevos. También está presente en algunos productos lácteos, margarinas y puede obtenerse a través de suplementos vitamínicos que la contengan.
“El estudio encontró que las mujeres embarazadas con baja vitamina D tenían más probabilidades de tener hijos con rasgos autistas a la edad de seis años”, informó la ABC.
“Así como tomar ácido fólico durante el embarazo reduce la incidencia de espina bífida, los resultados de este estudio sugieren que los suplementos prenatales de vitamina D pueden reducir la incidencia de autismo”, dijo el autor principal del estudio, el profesor John McGrath.
“La vitamina D es un suplemento muy seguro, barato y de venta libre. Es muy fácil reducir las deficiencias de vitamina D”, explicó el experto.
“Tal vez podríamos prevenir trastornos mentales graves como el autismo asegurándose que las mujeres obtengan niveles adecuados de vitamina D durante el embarazo”.
El trastorno del espectro autista (TEA) y el autismo son términos generales aplicados a una serie de complejos desórdenes en el desarrollo cerebral.
Las características del autismo pueden incluir: dificultades en la interacción social, dificultades con la comunicación verbal y no verbal y la exhibición de comportamientos restringidos y / o repetitivos, entre otros.
La Encuesta de Discapacidad, Envejecimiento y Cuidadores (EDEC) realizada en 2012 reveló que el 0,5% de los australianos tiene autismo. Esto es una aumento del 79% sobre las 64.400 personas que se estima que tienen este trastorno desde el 2009.
Si bien los reciente resultados son muy prometedores, otros expertos en el campo dicen que tenemos que mirar más ampliamente el panorama.
“El autismo está vinculado a decenas —si no a cientos— de mecanismos diferentes que conducen a esta condición”, dijo el profesor Andrew Whitehouse del Instituto de Telethon Kids a ABC.
“Este estudio nos da una idea de uno de estos posibles mecanismos, pero creo que antes de pensar en cualquier otra cosa, tenemos que ver este descubrimiento en forma repetida”.
El profesor Whitehouse dijo que era importante reconocer que el autismo estaba relacionado a algo más que la vitamina D, aunque éste puede ser uno de los tantos factores.
“Sabemos que los factores genéticos desempeñan un papel importante en las vías de desarrollo que pueden conducir al autismo”, concluyó el experto.
Más allá de los descubrimientos, es sabido que una cantidad diaria adecuada de nutrientes durante la gestación contribuye a un embarazo sin compliciones y a la salud del bebé. De modo que asegurarse que una mujer recibe la dosis recomendada de vitamina D durante el embarazo nunca estará demás.