6 cosas que toda mamá debe pedir inmediatamente después del parto

La mayoría de las mujeres desconoce estos consejos que fomentan el vínculo madre-hijo y benefician la salud de su bebé.

6 cosas que toda mamá debe pedir inmediatamente después del parto

Toda mamá busca lo mejor para su hijo y hace todo lo posible para que su recién nacido tenga todo lo que necesite desde el primer momento en que ingresa al mundo. Sin embargo, a veces, el vínculo inicial entre la madre y su hijo puede verse comprometido cuando las enfermeras se apresuran en llevarse al bebé para realizarle los primeros controles, los análisis y la limpieza que, aunque son beneficiosos, pueden interrumpir los beneficios del primer vínculo entre la mamá y el bebé.

Para evitar esta situación te contamos siete cosas que debes tener en cuanta y que debes pedir antes de entrar a la sala de partos.

1. Retraso del corte del cordón umbilical

En general los médicos cortan inmediatamente el cordón umbilical una vez que nace el bebé. Pero como la mayoría de los niños tienden a tener deficiencia de hierro durante los primeros meses de vida, lo ideal es —si no hay complicaciones— retrasar el corte hasta que el cordón deje de latir.

De acuerdo a las últimas investigaciones, el retraso del corte del cordón umbilical reduce el riesgo de deficiencia de hierro. Esto sucede porque la placenta continúa irrigando sangre hacia torrente sanguíneo del bebé, aumentando así el volumen de glóbulos rojos.

2. Contacto piel a piel con el bebé

La mayoría de los especialistas concuerdan en los beneficios que ofrece, tanto a la madre como al bebé, la práctica del “método canguro”. Esto es, colocar inmediatamente al recién nacido sobre el pecho de la madre.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que todos los recién nacidos reciban este contacto no bien nace el bebé, sin importar el peso, su edad gestacional, el lugar de nacimiento o su condición clínica.

Todos los controles y estudios de rutina que se realizan al recién nacido pueden efectuarse sin ningún inconveniente en el pecho de la madre, siempre y cuando el recién nacido no tenga complicaciones en su salud.

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Son diversos los estudios que han demostrado que el contacto piel a piel evita o reduce la congestión y el dolor mamario que puede presentarse a los tres días del parto. Por otra lado reduce la ansiedad materna después del nacimiento y facilita la lactancia materna.

También existen ventajas a largo plazo: un estudio descubrió que los bebés que recibieron contacto piel a piel al momento de nacer tenían el doble de posibilidades de continuar con la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de edad.

Muchas veces los médicos apartan rápidamente al bebé de su madre para realizarle su primer examen físico, llamado score de Apgar, que corrobora su estado de salud general. No obstante, este examen puede realizarse también sobre el pecho materno. Charla con tu médico antes del parto para asegurarte de realizarlo así.

3. Destino de la placenta

Asegúrate de lo que deseas hacer con la placenta una vez que ha sido expulsada. La mayoría de los hospitales ls tratan como un desecho biológico sin ninguna utilidad. Sin embargo, existen cada vez más madres que la conservan para ingerirla en cápsulas. Los defensores de esta práctica aseguran que la placentofagia brinda múltiples beneficios como evitar la depresión posparto y hasta aumentar la cantidad de leche materna.

Si quieres hacer esto asegúrate de coordinar con el hospital y la empresa que  se encargue de encapsular la placenta antes del parto, ya que debe mantenerse refrigerada antes de que sea procesada.

4. Aplicación de vitamina K

Es usual que le apliquen a tu bebé vitamina K, especialmente cuando nacen antes de término. Esto se debe a que los niveles de esta vitamina son muy bajos en el recién nacido y su carencia expone al bebé a complicaciones hemorrágicas, ya que la vitamina K cumple un rol fundamental para una correcta coagulación sanguínea.

Charla con tu médico antes del parto sobre su aplicación y asegúrate de que tu bebé reciba la inyección luego de nacer.

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5. Aplicación de antibióticos oculares en el bebé

Dentro de la rutina hospitalaria neonatal se le aplican al recién nacido una pomada o gotas antibióticas para prevenir la conjuntivitis neonatal. Esta se produce cuando la madre tiene alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea, donde las bacterias entran en contacto con el tejido ocular del bebé.

Si ya te has hecho los análisis necesarios que descartan cualquier ETS, puedes pedir que retrasen su colocación. La pomada en los ojos del recién nacido nublará su vista y está demostrado que el contacto visual del bebé con su madre es clave para afianzar el vínculo.

6. El primer baño del bebé

En algunos hospitales se realiza el primer baño con soluciones antisépticas especiales, y en otros prefieren mantener al niño cubierto por el unto sebáceo (grasa blanca que cubre toda la piel del bebé) para impedir la pérdida de calor, tan importante en las primeras horas de vida.

Los defensores de esta última práctica explican que postergar el baño del bebé permite que la piel se mantenga hidratada y elastizada, previniendo así lesiones. También hay investigaciones que demuestran que el unto sebáceo protege al bebé de hongos e infecciones peligrosas como la neumonía y la meningitis.

Si estás de acuerdo con esta práctica, asegúrate de charlar con tu médico y solicita que no bañen a tu bebé antes de entrar a la sala de partos.

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