Muchas mujeres creen que someterse a una cesárea es el camino más fácil para tener un bebé. Sin embargo, esto no es así. El parto por cesárea es tan complicado e impredecible como un parto vaginal.
De modo que si sabes que vas a ir a cesárea te sugerimos que te informes sobre esta intervención para que sepas qué esperar y no alarmarte innecesariamente.
1. La cesárea es considerada cirugía mayor
Esto es así porque se realiza una incisión quirúrgica en el abdomen y en el útero. Así que debes estar preparada para ir a una sala de operaciones donde se te colocará cofia, anestesia peridural y suero intravenoso.
La buena noticia es que el personal médico de hoy en día hace sentir a la pareja muy cómoda y segura. De modo que la ‘solemnidad’ asociada a toda operación es suavizada por este trato más ameno (excepto en las cesáreas de urgencia en donde se privilegia la salud del bebé y la mamá).
2. Sentirás mucho movimiento en el interior de tu abdomen
Muchas mujeres creen que por el efecto de la anestesia no sentirás nada y esto es un error. Si bien no es dolor lo que sentirás, experimentarás una sensación de que están ‘hurgando’ dentro tuyo.
En primer lugar, se hace la incisión y esto puede sentirse como que la piel sede y deja de estar tirante. Luego vienen más movimientos: el obstetra comienza a sacar al bebé y es en ese momento donde sentirás muchas sensaciones dentro tuyo. Y luego, como por arte de magia, conocerás finalmente a tu hijo.
3. Es más rápido de lo que crees
A diferencia de un parto vaginal, que en promedio dura ocho horas, la cesárea es mucho más rápida. Si no se presentan complicaciones, el procedimiento suele durar unos diez minutos.
Esto va a ser algo sorprendente por la sensación que experimentarás de estar con la panza de embarazada en su máximo esplendor y en un segundo desaparecerá y conocerás a tu bebé.
Lo más largo de todo el proceso sucede luego del nacimiento, ya que se necesitan alrededor de 30 minutos para suturar la incisión.
4. La recuperación es larga y dolorosa
Sin duda el obstetra y la partera te informarán todo lo que debes esperar luego de la cirugía. Pero a veces no dicen que puede llegar a ser muy dolorosa y esto preocupa a muchas mamás que creen tener una complicación luego de la intervención.
Al principio no sentirás nada de dolor, pero con el correr del tiempo, cuando el efecto de la anestesia y los analgésicos comiencen a desaparecer, sentirás mucho dolor alrededor de la incisión.
Algunas mujeres cuentan que es un dolor intenso pero llevadero. Otras, sin embargo, aseguran que es un dolor insoportable. Obviamente esto dependerá del umbral del dolor de cada mujer.
No obstante algo es seguro: las mamás se olvidan de este dolor con los cuidados del recién nacido y la alegría inmensa de haberlo tenido. Estos dolores duran unos pocos días y luego irán desapareciendo.
5. La cicatriz puede parecerte mayor de lo que esperabas
El tamaño y la forma de la incisión dependerá de las necesidades que tiene el médico en el momento de quitar al bebé. Al principio, puedes sentir mucha picazón en la cicatriz, ya que los nervios de esa zona han sido cortados.
También es normal que sientas la zona entumecida, pero esto irá desapareciendo con el tiempo. Ten paciencia, el cuerpo comienza a recuperarse lentamente y la cicatriz desaparecerá de apoco.
Sin embargo, la marca es de por vida y se convierte en parte de tu cuerpo e historia. Toda mamá debería estar orgullosa de la cicatriz que le permitió a su hijo nacer.
A pesar de que las molestias que supone una cesárea son varias, ninguna de ellas arruinará el momento en que ves a tu bebé por primera vez ya que esta experiencia es incomparable.
De modo que saber esto ayuda para no creer que algo salió fuera de lo normal, pero cuando tengas a tu hijo en brazos verás que cualquier preocupación sobre la cesárea se disipará.