Un obstetra, que no quería perderse el nacimiento de los mellizos de una de sus pacientes, la ayudó en el parto horas después de dar a luz a su propio bebé. ¡Esto si que es amar y estar comprometida con su profesión!
La curiosa historia de la obstetra con su paciente
Para la mayoría de las futuras mamás es muy importante que su obstetra este presente el día del parto. Por esta razón, la doctora Hilary Conway, obstetra y ginecóloga radicada en Washington, Estados Unidos, les avisó a sus pacientes que estaba embarazada de 12 semanas para que pudieran decidir si continuaban con ella o si elegían otro médico.
Una de sus pacientes, Katie Moss, esperaba dar a luz a mellizos un mes después que la doctora. “Mi fecha de parto era un mes anterior a la de Katie, y estaba programada por inducción (debido a la edad materna). En la última vista, las dos expresamos nuestra tristeza por el hecho de que probablemente no estaría allí para ayudarla” ya que los gemelos suelen nacer un mes antes y sus fechas coincidirían.
No obstante, Hilary tenía esperanza de poder atender a su paciente. “Le dije que estaría allí si ella paría antes del 12 de diciembre (la fecha de mi inducción)”, dijo Katie en Babble.
Y pasaron los meses y la doctora dio a luz a su segunda hija, Verna Pearson. Luego del parto, la mamá estaba recuperándose en la habitación del hospital y durante la noche recibió un mensaje de texto de Katie, que no pudo leer en ese momento, donde le avisaba que las contracciones habían comenzado.
“Katie fue mi paciente durante casi un año antes de que yo fuera su obstetra y es alguien con quien me identifico mucho”, comentó Hilary en otra entrevista realizada por People. “Creo que tuvimos muchas cosas en común durante ese tiempo antes de quedar embarazada. Tenía tanta confianza que le di hasta el número de mi celular, algo que no hago frecuentemente”.
Hilary no vio el mensaje que le había enviado Katie hasta pasada la medianoche. Entonces preguntó en el hospital si no había ingresado su paciente y recibió una gran sorpresa: no sólo se encontraba en el hospital, sino que estaba alojada en la habitación de al lado.
Su paciente también estaba sorprendida por esta coincidencia.”¡Cuando me internaron y estaba esperando al anestesiólogo, una de las enfermeras me dijo que me internarían en la habitación de al lado de la Dra. Conway! ¡No podía creer lo que me decían!” comentó Katie. “Al principio me sentí culpable porque sabía que ella había tendido a su bebé y deseaba que mi mensaje anterior y los gritos por mis contracciones no la despertaran”.
No obstante, la doctora que estaba preocupada por no poder asistir el parto gemelar de su paciente, amamantó a su bebé, lo dejó al cuidado de una enfermera y fue a asistir a Katie a quien le realizó una ecografía.
“Esperaba verla al día siguiente, ¡pero no tan pronto y tan despierta!”, comentó Katie. “¡Se veía completamente normal teniendo en cuenta que había tenido un bebé horas antes!”.
El nacimiento de los gemelos
Y finalmente, 14 horas después de que la doctora dio a luz a su hija, los bebés de su paciente nacieron: Luke a las 4:50 a.m. y Soren a las 5:38 a.m.
“Fue increíble estar allí en el parto, es una frustración perderse el parto de una paciente. Ser un proveedor de servicios de salud es un gran privilegio. Los pacientes confían en nosotros muchísimo y en obstetricia esta confianza es aún mayor. Médico y paciente pasan muchas cosas juntos durante el embarazo, es una gran decepción perder un parto. Entonces, no bien me di cuenta de que podía ayudar a Katie, me sentí dichosa por el privilegio de estar allí “.
La semana pasada, los gemelos de Katie fueron dados de alta de la unidad de cuidados intensivos, y pudieron pasar Año Nuevo en su casa.
“Honestamente, lo que hice no es tan notable. Lo que es increíble es lo bien que salió todo y el apoyo que tuve de mi compañera, la Dra. Elizabeth Jacobson, y de las enfermeras que cuidaron a Verna mientras estaba en el parto… y Katie. No olvidemos que ella dio a luz a mellizos, ¡eso es mucho más increíble! ” agregó la doctora.
Realmente esta mujer es un ejemplo de fortaleza y responsabilidad profesional. ¡Felicitaciones!