Recientemente, una mamá compartió la increíble historia del día en que nació su bebé. Luego de que le realizaran un cesárea a las 30 semanas de embarazo, el médico se encontró con un escenario muy diferente al esperado: el bebé no estaba en el lugar esperado.
Amber Hughes de 21 años, vive en Leicester en el Reino Unido y estaba ansiosa de conocer a su bebé luego de que le realizan la operación. Sin embargo, quedó horrorizada mientras el equipo médico del Leicester Royal Infirmary parecía aterrado y confundido por no encontrar a su bebé.
“Durante dos largos minutos estuvieron realmente desconcertados hasta que oyeron unos grititos que venían de mi regazo y levantaron la sábana para encontrar a Olly entre mis piernas”, dijo la madre al Daily Mail.
“El médico acaba de explicar que mi bebé ya había comenzado su descenso en el canal del parto cuando me abrieron y fue una situación extraña”.
Sin embargo, a Amber no le pareció una situación divertida en absoluto.
“Yo estaba literalmente entrando en un colapso, ¿dónde se había ido mi bebé? No podía desaparecer”, comentó.
“Ahora llevo una cicatriz que no era necesaria, a lo largo de mi vientre y aún me estoy recuperando de una cesárea que no era necesaria”.
“Por dos minutos habían perdido a mi bebé. Es ridículo” agregó la mamá.
Con un peso de de 1,5 kg, la pequeña fue llevado a la unidad prenatal, antes de ser entregada a la pareja una hora más tarde. Luego, un médico les explicó que, al realizar la cesárea, Olly ya había comenzado su descenso por el canal de parto.
El hospital está investigando los acontecimientos para darle una respuesta a Amber sobre cómo en una sala repleta de profesionales no pudieron encontrar a su bebé de inmediato. Pero mientras tanto, Amber está agradecida y feliz de que su hija esté sana y salva.