Una niña de siete años de edad llamada Madison Gulliver estaba de vacaciones junto a su familia en un lujoso hotel en Hurghada, Egipto. De regalo por haberse portado bien, los padres decidieron regalarle a sus dos hijos unos tatuajes temporales. La niña escogió una guarda floral que le cubría la mitad del brazo, desde sus dedos hasta el codo.
Al principio, estaba todo bien y aprovechó a sacarse fotos con su madre que también se había hecho uno similar en el brazo izquierdo.
También el hijo mayor de 9 años se había tatuado. Pero comenzó a sentir picazón e inmediatamente se lo quitaron.
Todo empeoró a la vuelta de las vacaciones
Pero Madison se quedó con su tatuaje y regresó a su casa con el dibujo en el brazo, que no le molestó hasta ese momento. Ya en su casa, comenzó a picarle y luego a arderle hasta que rápidamente le salieron unas ampollas por debajo del diseño.
La niña fue llevada de urgencia al hospital donde realizaron los primeros auxilios para tratar las quemaduras que habían sido provocadas por los químicos que utilizaron para el tatuaje.
Al principio los médicos le recetaron una crema con esteroides para tratar toda el área afectada, pero cuando las ampollas comenzaron a formarse en los dedos tuvieron que cambiar inmediatamente el tratamiento.
Intentaron con diversas cremas y ungüentos, pero las ampollas empeoraban. De modo que fue derivada a los especialistas en quemaduras del Hospital del Distrito de Salisbury en el Reino Unido.
Su padre comenta que las ampollas eran tan grandes que ningún producto podía atravesar esa barrera por lo que finalmente decidieron eliminarlas por completo para poder acceder directamente a la piel que estaba debajo. El brazo de la niña quedó en carne viva y ella con un enorme dolor.
Posteriormente fue derivada a una unidad especializada en el tratamiento de cicatrices y ahora debe usar un vendaje muy apretado durante al menos seis meses para minimizar las cicatrices que cubren su brazo.
Cuidado con la parafenilendiamina (PPD)
El padre comentó que su hija quedo marcada de por vida. Según cuenta, el tatuaje fue hecho en el hotel donde estaban alojados y los responsables le comentaron que el problema no era el henna, sino la piel de su hija que era muy sensible.
El problema de algunos tatuajes temporales de henna es que el producto puede contener altos niveles de un químico que puede ser muy dañino para pieles sensibles: la parafenilendiamina (PPD). Esta sustancia puede estar presente también en otros productos como protectores solares o tinturas para el cabello, pero por lo general se lo utiliza en dosis muy bajas que no reprsentan ningún riesgo.
“No estábamos enterados de los peligros y considero que deberían advertir sobre esto en los folletos. Creo que en parte es culpa mía porque no lo sabía, pero también por culpa del salón ya que están utilizando sustancias químicas peligrosas en los niños” comentó el padre.
De modo que antes de realizarle o permitirle a tu hijo que se haga un tatuaje temporal, es importante leer los compuestos de la tintura, cerciorándose que no contenga este compuesto. Y ante la duda, evitar tatuarse.