La pérdida de un bebé es la peor situación que cualquier padre podría enfrentar. No obstante, a pesar de duelo por la pérdida de su recién nacido, Wendy Cruz-Chan encontró la fuerza para ayudar a los demás y honrar a su hijo Killian de la manera más bella.
Luego del triste hecho, la partera oriunda de los Estados Unidos consiguió extraerse más de 60 litros de leche materna que ha donado a otros cuatro bebés que la estaban necesitando.
La causa que provocó que su hijo naciera muerto fue una infección uterina muy rara que sufrió a las 19 semanas de embarazo. Sin embargo, ella quiso convertir su tragedia en algo bueno.
“Todo lo que tengo de él son sus cenizas en una urna” dijo Wendy recientemente a Inside Edition, un medio local.
“No lo puedo vestir, no puedo jugar con él, no puedo verlo crecer. Como madre, me destroza. Me duele profundamente”.
Wendy ha sido muy sincera acerca de la pérdida de su hijo en su muro de Facebook e incluso ha abierto una cuenta en Instagram para ayudar a concientizar y a alentar a otras madres que hayan pasado por la misma situación para que hagan lo mismo.
Luego de compartir sus abrazos finales con Killian, Wendy y su marido salieron del hospital con una idea muy clara: comenzar a extraer la leche materna que le dejó su bebé y ayudar a otros pequeños que la necesiten.
“A pesar de que no puedo amamantar personalmente a mi propio hijo, quería hacer algo en su nombre”, comentó.
Luego de recolectar los 60 litros que se había prometido extraer, Wendy comenzó poco a poco el proceso para detener la producción de leche.
Esta noble acción tuvo también un gran beneficio: le dio a Wendy un sentido y un propósito de la tragedia. Y así, impidió que cayera en una depresión postparto muy severa.
Desde aquí nuestros más cálidos respetos a esta gran madre.