No le pasa solo a tu hijo. Los piojos son una verdadera epidemia mundial, y es muy contagiosa. El problema crece en esta época del año: el ciclo escolar es uno de los momentos más críticos y hay que aumentar las medidas de control.
Estos parásitos pueden vivir en la cabeza de las personas porque no pueden alimentarse de sangre de ninguna otra especie. Afectan principalmente a chicos de 4 a 12 años, con más predisposición en las niñas. Prefieren los pelos largos porque buscan siempre un ambiente húmedo y caluroso.
Los piojos no saltan ni vuelan. La propagación se produce a través del contacto con el cabello de una persona infectada. Pueden transmitirse como consecuencia del uso compartido de cepillos, peines, sombreros, toallas u otros elementos. Algunos lugares habituales de contagio son los areneros, las colchonetas y las piletas de natación.
Algunos números
- De cada diez liendres, nueve son hembras.
- Ponen unos 10 huevos por día, durante 3 ó 4 semanas.
- Si un chico tiene cinco hembras en su cabeza, en un mes tendrá 450 ejemplares entre huevos, piojos juveniles y adultos. De todos ellos, 405 serán hembras que continuarán su reproducción.
Qué hacer ante el contagio
Es fundamental actuar con rapidez y hacer el tratamiento adecuado, sin poner en riesgo la salud de los chicos. Antes de avanzar, se debe consultar al dermatólogo infantil.
Tips para prevenir los piojos
- Hacer el tratamiento al menos una vez por semana.
- Pasar el peine fino.
- Usar el pelo corto o recogido.
- Lavarse la cabeza con la mayor frecuencia posible.
- Revisar todos los días el pelo y el cuero cabelludo, en especial detrás de las orejas y en la nuca.
- No usar peines, cepillos o sombreros de personas infectadas. Estos se deben colocar en agua caliente durante diez minutos o en freezer por 30 minutos (los fríos bajo cero son letales para piojos y liendres).
- Lavar la ropa personal y de cama con agua caliente o dejarla en una bolsa cerrada herméticamente durante dos días. Luego, conviene plancharla.
- El tratamiento debe extenderse a todos los convivientes y contactos, sean o no familiares.
- Usar gorras de baño en la pileta de natación.
- Advertir o dar aviso en los lugares de concurrencia (clubes, escuelas, natatorios), para que todos los padres revisen a sus hijos y adopten normas de control y prevención.
- No usar pediculicidas en menores de dos años o mujeres embarazadas.
- No aplicar acondicionadores de pelo antes del pediculicida, ya que anula o reduce su efectividad.