Extraen completamente el útero de una embarazada para realizarle una cirugía a un feto de 24 semanas

La novedosa técnica quirúrgica se realizó ante un caso de espina bífida. Promete disminuir los riesgos de parto prematuro para los casos de cirugía fetal tradicional.

Extraen completamente el útero de una embarazada para realizar una cirugía a un feto de 24 semanas

Tal vez resulte díficil reconocerlo a simple vista, pero ese huevo brillante rojizo que puede verse en la imagen de arriba es un útero humano con un bebé en gestación. El útero fue extraído del vientre materno mucho antes de la fecha probable de parto para realizar una cirugía pionera: un nuevo tratamiento para la espina bífida en el que el bebé es operado mucho  antes de su nacimiento.

¿Qué es la espina bífida?

La espina bífida es unos de los defectos del tubo neutral más comunes. Ocurre cuando la espina dorsal y la médula espinal del feto no se desarrollan correctamente, causando una fisura en la columna vertebral. Esta alteración puede producir invalidez, acumulación de líquido en el cerebro (hidrocefalia) y falta de control de la vejiga entre otras complicaciones.

La cirugía fetal para la espina bífida se ha utilizado desde la década del ’90 pero con muchas dificultades y riesgo de parto prematuro, ya que no es nada fácil cortar el útero de la madre con el bebé dentro, quitar el líquido amniótico, realizar la cirugía fetal, volver a poner el líquido amniótico y volver a cerrar el útero como si nada hubiera pasado.

Ahora, el Dr. Michael Belford, del Baylor College of Medicine, en Houston, Texas, ha desarrollado una nueva técnica que consiste en extraer completamente el útero con el bebé fuera de la madre, conservando gran parte el líquido amniótico.

Poder acceder al útero desde afuera permite a los especialistas iluminarlo, drenar de a poco el líquido amniótico, y operar al feto a través de pequeñas incisiones.

Una de las primeras operaciones realizadas con esta innovadora técnica se practicó el mes pasado en una mujer de 28 años, Lexi Royer, a quien inicialmente se le había ofrecido realizar un aborto, pero que optó por participar en esta cirugía cuando su bebé tenía 24 semanas.

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¿Cómo se realizó la cirugía?

La operación duró tres horas. Primero se hizo un corte en el abdomen de la madre pero en lugar de cortar también el útero, se lo extrajo completamente a través de la incisión. Posteriormente se hicieron dos pequeños cortes en el útero, uno para introducir un fetoscopio —una pequeña cámara diseñada para iluminar y grabar adentro—, y otra para el instrumental quirúrgico.

De una manera controlada, se drena el líquido amniótico y se lo reemplaza con dióxido de carbono, inflándolo. Así se logra más espacio para trabajar, pudiendo acceder a la columna del bebé más fácilmente.

Después se anestesia al feto y se coloca la piel del bebé sobre la fisura, cubriendo de esta forma la medula espinal que estaba expuesta para luego suturarla. Terminado esto, los médicos rellenan el útero con solución salina y lo vuelven a colocar dentro del vientre materno.

Para desarrollar este complejo procedimiento, el Dr. Belfort y su colega, el Dr. Whitehead, pasaron dos años practicando con ovejas y una pelota de goma que contenía un muñeco envuelto en piel de pollo imitando el defecto de espina bífida.

El equipo ha difundido su trabajo en la revista Obstetrics and Gynecology después de 28 operaciones realizadas con éxito. Solo en algunos casos fue necesario drenar también el líquido cefalorraquídeo y algunas madres pudieron tener a sus bebés a través de un parto vaginal normal.

La técnica aún se encuentra en fase experimental

El Dr. Belfort ahora está capacitando a sus colegas de la Universidad de Stanford pero, no obstante, algunos médicos han advertido que inflar el útero con dióxido de carbono durante el procedimiento podría dañar al bebé y causar problemas neurológicos posteriormente.

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La Dra. Katie Morris, profesora titular y asesora clínica en medicina materno fetal de la Universidad de Birmingham del Reino Unido, comentó recientemente que por el momento continuarán realizando la cirugía fetal tradicional para la espina bífida, ya que todavía se necesita más evidencia para demostrar que la nueva técnica es segura.

“Todas estas técnicas son emocionantes y novedosas porque ofrecen una opción para la terapia intrauterina, pero como el número de casos es pequeño, aún está en fase experimental y en la actualidad, si las mujeres acuden a nuestro centro de medicina y solicitan cirugía fetal, las derivamos a Bélgica para cirugía abierta ya que ahí tienen más resultados a largo plazo”, dijo la especialista.

El bebé de la señora Royer tiene fecha probable de parto para el 14 de enero de 2018. Esperamos entonces dar la buena noticia que su hijo ha nacido sin complicaciones gracias a esta novedosa técnica quirúrgica que sin duda salvará y mejorará la vida de muchos bebés.

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