El invierno es la época del año donde son más frecuentes las infecciones respiratorias en los niños, puesto que el ambiente tiende a ser más frío y seco. Estas condiciones resecan la capa protectora de las vías respiratorias facilitando el ingreso de gérmenes (como virus y bacterias) al organismo (1), (2).
Además, el clima frío favorece la mayor permanencia en lugares cerrados y poco ventilados lo cual posibilita el contagio si no se toman las medidas de prevención adecuadas, especialmente de higiene y desinfección.
Es importante destacar que el hogar es uno de los principales focos de generación y contagio de enfermedades dado que se ha comprobado que el 80% de las enfermedades infecto-contagiosas pueden contraerse allí (3). Por esta razón, durante el período invernal es clave intensificar las medidas de higiene y desinfección para cortar con la cadena de contagio y propagación.
Asegurando buenas medidas de prevención en el hogar se reducen las posibilidades de contraer enfermedades respiratorias y luego propagarlas hacia otros ámbitos como lo son la escuela o el trabajo. Las gripes y resfríos son muy comunes en esta temporada y aunque sus síntomas sean similares debemos aprender a distinguirlos para luego poder tratarlos. Si bien ambos son infecciones respiratorias son causados por virus diferentes.
El resfrío es una enfermedad infecciosa viral leve del sistema respiratorio superior que afecta a personas de todas las edades. Implica rinorrea o secreción nasal y estornudo. También es posible que se presente dolor de garganta, tos, dolor de cabeza u otros síntomas.
A pesar de que el resfrío probablemente sea una de las enfermedades más comunes, no se debe subestimar pues podría transformarse en una infección bacteriana y derivar en sinusitis (4). En cuanto a la gripe, es una enfermedad respiratoria que puede ser leve o de presentación más grave y puede hasta ocasionar la muerte.
Es causada por el virus de lnfluenza y los síntomas generales incluyen comienzo súbito de fiebre alta, pérdida de apetito, tos (generalmente seca), dolores musculares, de articulaciones, garganta y dolores de cabeza. Además, se presenta malestar general y abundante secreción nasal.
Se debe acudir al médico de cabecera pues la gripe podría complicarse y concluir en otras enfermedades como neumonía bacteriana, infecciones del oído, infecciones sinusales, deshidratación y empeoramiento general en pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, asma, insuficiencia cardíaca).
Tips para multiplicar la protección de nuestra familia
Está comprobado que las medidas de higiene personal evitan el contagio de enfermedades infecciosas, por lo cual enséñele y/o recuérdele a los niños de:
- Lavarse las manos correctamente y con frecuencia antes de comer o manipular alimentos, luego de ir al baño, al regresar al hogar, después de toser, estornudar o soplarse la nariz. Las manos son el principal agente transmisor de enfermedades. Un lavado efectivo se realiza en ambas caras de la mano, frotando las áreas entre los dedos, alrededor de las uñas y entre los anillos. Si no se dispone de agua y jabón, se recomienda el uso de alcohol en gel.
- Cubrirse con el antebrazo la boca y la nariz al toser o estornudar para no diseminar las gotitas de saliva que se expulsan.
- Tirar en el tacho de basura los pañuelos descartables, después de ser usados.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca Si algún miembro de la familia presenta síntomas de enfermedad, deberá concurrir al médico y suspender las actividades habituales (guardería, colegio, trabajo) como también evitar los lugares de concurrencia masiva. Estas simples medidas de higiene personal pueden hacer grandes aportes en la salud de la población. Por ejemplo, se comprobó mediante una investigación con estudiantes de escuelas primarias de Estados Unidos, que el uso regular de alcohol en gel y las buenas prácticas de higiene (lavarse las manos, toser o estornudar tapándose con el antebrazo, etc.) redujo el ausentismo escolar en un 26% mientras que los casos confirmados por laboratorio de influenza A, disminuyeron un 52%(9).
Limpieza y desinfección en el hogar: fundamentales para interrumpir el contagio y propagación de enfermedades respiratorias
En un principio, es necesario aclarar que limpieza no es lo mismo que desinfección. Son dos cosas diferentes; la limpieza elimina la suciedad de una superficie, mientras que la desinfección elimina los microorganismos no visibles a simple vista
Los lugares están desinfectados cuando se utiliza un producto que contenga un activo desinfectante que elimine el 99,9% de los gérmenes presentes en distintas superficies. Entonces, sólo se consigue una limpieza TOTAL cuando se limpia y desinfecta.
Como se mencionó anteriormente, el hogar es uno de los principales espacios donde se adquieren enfermedades puesto que las superficies y objetos suelen presentar virus y bacterias que sobreviven varias horas y hasta días. De allí la importancia de mantener una rutina de limpieza y desinfección en cada rincón de la casa durante la época invernal.
Igualmente, se recomienda ventilar los espacios y habitaciones de la casa de forma periódica para evitar entrar en contacto con los virus que pudieran estar suspendidos en el aire. Los juguetes de los niños y áreas de recreación deben ser desinfectados correctamente, al igual que los pisos y alfombras infantiles de goma deben ser lavados y desinfectados.
También deben desinfectarse los juguetes duros, mientras que los juguetes blandos pueden lavarse en el lavarropas con productos desinfectantes o descartarse si están muy sucios. No hay que olvidar el espacio que habitan las mascotas y sus elementos (plato de comida, etc.), que deben ser desinfectados asiduamente.
Además, hay objetos de uso diario que concentran gran cantidad de virus de enfermedades respiratorias como el tubo del teléfono, el control remoto, los picaportes de las puertas, el inodoro y el grifo de la cocina. La lavandina líquida es el producto que tradicionalmente es utilizado para limpiar y desinfectar.
Si nos comprometemos a reforzar las rutinas de higiene y desinfección en nuestra casa, estaremos protegiendo a nuestra familia y a los que nos rodean al tiempo que colaboramos en reforzar la Cadena de Protección porque cada persona se convierte en un eslabón de la cadena y de esta forma la comunidad en su conjunto se fortalece y se hace más fuerte que nunca.
REFERENCIAS: (1) UVA Health System. Óp. Cit. (2) Presidencia de la República – México. En otoño-invierno se incrementan 30% las infecciones respiratorias http://www.presidencia.gob.mx/prensa/salud/?contenido=40354 (3) “The occurrence of influenza A virus on household and day care center fomites”. Boone y Gerba. Journal of Infection. 2004. (4) Organización Mundial de la Salud http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs331/es/index.html (5) The Secret Life of Germs, Dr. Philip Tierno, Atria Books, 2004. (6) Managing infectious diseases in child care and schools, 2009. (7) Charles P. Gerba y Col. www.ct.gov/ctfluwatch (8) Bean et al. 1982. (9) Pediatr. Infect. Dis. J. 2011; 30: 921-926.