La semana pasada, en Argentina, la Justicia condenó a un hombre a cadena perpetua por haber asesinado por asfixia a su hija. La bebé a la que llamaban Cony tenía tan solo cinco meses de vida.
Un día trágico
El crimen ocurrió en la madrugada del 29 de marzo de 2015. La pareja se había separado después de haber estado juntos por dos años. Sin embargo, se seguían viendo por su hija.
Un sábado, la madre que es camarera de un bar salió de su casa para trabajar. Le había dejado a su ex pareja a su bebé y a sus otros dos hijos para que los cuidara toda la noche.
Cuando la mujer volvió a su casa a primera hora de aquel fatídico domingo, encontró a su hija inconsciente dentro del cochecito. Inmediatamente, la llevó de urgencia al hospital pero por desgracia los médicos no pudieron hacer nada para reanimarla y falleció.
Los hermanitos vieron todo y sirvieron de testimonio para la causa.”Él le seguía pegando porque lloraba… yo le decía a Pablo que eso no se podía hacer”, le contó a su mamá uno de los hermanos.
Posteriormente, la autopsia fue la que determinó que el cuerpo de la bebé había recibido golpes causados por su padre, Pablo Cortés, que le provocaron múltiples fracturas.
El juicio y la sentencia
El juicio duró varias jornadas de debate oral hasta que el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 de San Martín determinó que Pablo Cortés fue el autor material del homicidio, doblemente agravado por el vínculo y por alevosía, de su hija Constanza Palazzo, condenándolo a prisión perpetua.
También los querellantes habían solicitado que el asesino fuera condenado por femicidio vinculado, pero esa carátula no fue aplicada.
“Por fin se hizo justicia por Cony”, comentaron los familiares de la pequeña cuando terminó la audiencia “Fue muy fuerte todo”, remarcó la madre, Romina Palazzo, en una entrevista al diario La Nación.