Chris Gard y Connie Yates lucharon contra viento y marea para llevar a su bebé Charlie a los Estados Unidos donde le realizarían un tratamiento experimental para su grave enfermedad. Sin embargo, la Corte Suprema del Reino Unido ha rechazado finalmente la solicitud para salir del país y el pequeño será desconectado de su soporte vital en poco días.
Los padres recaudaron 1,5 millones de dólares para salvar a su bebé pero la Justicia no los dejó salir del país. La semana pasada, la pareja llevo nuevamente su batalla legal a una audiencia de emergencia con la esperanza de convencer a los jueces de que su hijo debería mantenerse con vida para llevarlo a los Estados Unidos y recibir el tratamiento esperado.
Charlie tiene una enfermedad genética rara y este tratamiento médico era la última esperanza para poder salvar su corta vida.
La madre de Charlie estalló en llanto y gritó indignada cuando los jueces anunciaron su decisión y tuvo que ser retirada del recinto por los abogados.
De acuerdo a los especialistas del Hospital Great Ormond Street de Londres, donde se mantiene con vida a Charlie, la terapia propuesta por el médico de Estados Unidos es experimental y no ayudaría para su curación por lo que pidieron a la Justicia desconectar a Charlie del soporte de vida para evitarle más sufrimiento.
Un juez de la Corte Suprema ya había fallado en abril en contra del traslado del pequeño a los Estados Unidos y a favor de los médicos del hospital. No obstante, las apelaciones de los padres mantenían el caso abierto desde entonces.
El juez Francis concluyó que el tratamiento de soporte vital debe terminar para permitirle a Charlie morir con dignidad. Además, otros tres jueces de la Corte de Apelaciones confirmaron esa decisión en mayo.
El jueves pasado, otros tres jueces de la Corte Suprema rechazaron la última apelación de la pareja luego de una audiencia celebrada en Londres, por lo que la trágica lucha de estos padres para intentar salvar a su hijo ha llegado a su fin.
En los próximos días la pareja tendrá la difícil tarea de aceptar la muerte de su hijo.
¿Pero que habría pasado si se hubiera hecho el tratamiento experimental? ¿Se habrá hecho justicia con Charlie?