Las probabilidades de concebir cuatrillizos sin ninguna técnica de fertilización asistida son muy escasas. Sin embargo, la familia Miller fue una de esas excepciones extraordinarias ya que se convirtió en uno de los 700.000 casos que indican las estadísticas. Cada uno de los bebés fue concebido por cuatro huevos individuales y esto llevó al desarrollo de cuatro embriones, con sus respectivos sacos y placentas. Para decirlo de manera más sencilla, la mamá liberó a la vez cuatro óvulos de forma natural antes de ser fertilizados.
Kortney y Justin Miller tenían sólo un hijo de 4 años llamado Bentlee, cuando les dieron la noticia de que pronto su familia de tres se convertirá de un sola vez en una de siete. Aunque ninguno de los padres estaba preparado para semejante novedad, Kortney siempre tuvo la intuición que podría tener múltiples ya que en su familia hubo casos así. “Estaba segura de que iba a tener a más de uno”, comentó Kortney a Today. “Me sentía un poco diferente”.
“Nunca pensé que habría cuatro”, continuó. Y luego de realizarle la primera ecografía pudo confirmar su presentimiento, y continuó así con la tradición familiar.
La pareja, oriunda de Georgia, acudió a su obstetra, el Dr. Heather Turner, en el Hospital Piedmont Newnan, donde un equipo de médicos y enfermeras —al que apodaron el “escuadrón de cuatro”— se reunieron para prepararse ante la llegada de los bebés. Era la primera vez que el hospital atendería un parto de cuatrillizos.
“Hubo que hacer muchos preparativos”, dijo el Dr. Turner. “Cada vez que anticipamos un parto prematuro, hay mucha coordinación en toda la unidad de parto y nacimiento, como en el hospital, para estar preparado y para que todo pueda resultar de la mejor manera posible”.
El 16 de diciembre, un tranquilo viernes por la mañana, Kortney asistió a unos de los tantos turnos de control, y en el chequeo descubrieron que presentaba una dilatación de tres centímetros. Cuatro días más tarde, su bebés nacieron por cesárea a las 29 semanas de embarazo.
Ahora, la pareja se ha convertido en los orgullosos padres de tres hermosos niños (Brandon, Brayden y Bryant) y una preciosa niña a la que llamaron Kenlee. Brandon fue el más grande de los cuatro, pesando 1.350 gramos. Aún los bebés se encuentran internados en la unidad de cuidados intensivos neonatales, recuperándose favorablemente. El Dr. Turner dice que el parto salió “increíblemente bien” y que se espera que los bebés crezcan vigorasomante cada día.
“Estamos muy emocionados y nos sentimos bendecidos por tener cuatro bebés sanos”, dijo Kortney al Newnan Times Herald. “Estamos ansiosos de seguir de cerca su camino a medida que crecen y progresan”.
Definitivamente este sí que fue un regalo sorprendente para Navidad.