Síndrome urémico hemolítico (SUH)

Esta enfermedad puede llegar a ser mortal para el bebé por lo que su prevención es fundamental.

Síndrome urémico hemolítico (SUH)

¿Qué es el síndrome urémico hemolítico?

El síndrome urémico hemolítico o SUH por sus siglas, es un trastorno que se da en los niños y puede provocarles insuficiencia renal. La insuficiencia renal se produce como consecuencia de la destrucción de pequeñas estructuras funcionales y vasos alojados en el interior del riñón. Es una enfermedad grave y potencialmente mortal.

¿Cómo se contrae?

Generalmente el síndrome urémico hemolítico se contrae por el consumo de carne mal cocida, portadora de una bacteria llamada Escherichia coli. Este síndrome afecta mayormente a niños de entre 6 meses y 5 años, provocándoles insuficiencia renal, anemia y alteraciones neurológicas.

El riesgo de contraer la enfermedad surge si la carne que ingiere el niño no está cocida en toda su superficie e interior, lo que es muy común en las comidas hechas con carne picada. Cuando la cocción se realiza en forma rápida, no homogénea, la bacteria que produce esta enfermedad no se destruye. Esta sólo muere a los 70 ºC, evitando así el contagio de la enfermedad.

Si bien la carne vacuna es la principal fuente de contagio, el consumo de lácteos y jugos de fruta no pasteurizados o de verduras y agua contaminada (que hayan tenido contacto con heces de animales), también puede provocar la enfermedad.

Un estudio realizado en Argentina, sobre 34 pacientes con SUH y 95 convivientes, demostró que el 24% de los afectados tuvo, al menos, un familiar con diarrea. Para evitar la vía de contagio de persona a persona (producto del contacto con la materia fecal del enfermo), los especialistas insisten en la necesidad de lavarse las manos, con agua y jabón, luego de ir al baño y antes de manipular alimentos.

¿Cuáles son los síntomas?

El primer síntoma es la diarrea, que por lo general se presenta acompañada de vómitos, palidez y una notable disminución en la cantidad de orina. Esto último ocurre por deshidratación como consecuencia de la diarrea o porque existe un compromiso del riñón, producto de la misma enfermedad.

Por ello, siempre que un niño menor de 5 años presente un cuadro de diarrea es necesario consultar al pediatra, sobre todo por el riesgo de deshidratación. Si además las heces presentan mucosidad o son mucosanguinolentas puede que se esté en presencia de un caso de síndrome urémico hemolítico.

Durante la primera semana de la enfermedad el paciente presenta signos de debilidad e irritabilidad. Además, luce pálido como producto de la anemia, dado que los glóbulos rojos atraviesan un proceso de destrucción.

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¿Cuáles son las complicaciones?

La insuficiencia renal aguda es la complicación más común de esta patología, ya que produce una pérdida súbita de la capacidad del riñón para eliminar los residuos, concentrar la orina y conservar los electrólitos.

En el 5% de los casos, la afectación renal puede resultar crónica o recurrente, lo que dependerá del nivel de gravedad sufrida por el enfermo. En estos casos, es necesario internar y dializar al niño para eliminar los elementos contaminantes de la sangre.

Este síndrome puede derivar, además, en anemia y alteraciones neurológicas. Por ello, lo que debe lograrse es que no alcancen esa etapa de la enfermedad, detectándola en los primeros síntomas y tratándola inmediatamente.

¿Cuál es el tratamiento?

Una vez diagnosticada la enfermedad, el especialista prescribirá lo que se denomina “tratamiento de resorte”, a fin de contrarrestar los síntomas, en función de la edad, del nivel de gravedad y de la tolerancia a los medicamentos de cada paciente.

Hay que destacar, que la muerte por síndrome urémico hemolítico disminuyó gracias a la precocidad de los diagnósticos y a los nuevos métodos de control de la insuficiencia renal, disminuyendo la tasa de mortalidad al 2% de los casos.

Según los datos proporcionados por el Comité Argentino de Nefrología, el 70% de los niños que padecen esta enfermedad se recuperan sin secuelas. Igualmente, es fundamental controlarlos regularmente para evitar que desarrollen problemas renales o de hipertensión como consecuencia tardía del síndrome.

El tratamiento específico del SUH será determinado por el médico del niño basándose en lo siguiente:

  • La edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
  • La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
  • Las expectativas para la evolución del trastorno
  • Su opinión o preferencia

No se conoce ningún tratamiento que pueda detener el avance del síndrome una vez que éste ha comenzado. Inicialmente, el tratamiento puede ser de apoyo, lo que significa que no hay cura para esa enfermedad específica y por lo tanto es necesario tratar los síntomas. Si su hijo presenta signos de deshidratación e irregularidades en los niveles de electrólitos, estos trastornos serán tratados en primera instancia. Otros tratamientos pueden incluir los siguientes:

Cuidados intensivos

Pueden llegar a ser necesarias la observación y la vigilancia estrechas en una unidad de cuidados intensivos (UCI).

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Transfusiones de sangre

Las transfusiones de sangre pueden ser necesarias para tratar los casos moderados a severos de anemia (bajo recuento de eritrocitos).

Nutrición

Es probable que su hijo necesite alimentación endovenosa (su sigla en inglés es IV) si tiene complicaciones severas en el aparato digestivo.

Diálisis

Aproximadamente la mitad de todos los niños que desarrollan SUH pueden llegar a necesitar diálisis. La diálisis es un procedimiento médico para eliminar de la sangre los desechos y el exceso de líquidos cuando los riñones dejan de funcionar.

Medicación

Se pueden necesitar medicamentos para tratar la presión arterial de su hijo, que probablemente sea alta.

¿Cómo puede prevenirse?

A continuación detallamos lo que debes tener en cuenta para prevenir esta enfermedad:

Cocción de las carnes

Asegurarse la correcta cocción de la carne. Debe cocinarse a fuego moderado y uniformemente, para que el interior quede bien cocido. Recordar que la bacteria se destruye a los 70º C. Es aconsejable tener especial cuidado con la cocción de la carne picada.

Utensilios de cocina

Usar un utensilio de cocina para cortar o tomar la carne cruda y otro diferente para la carne una vez cocida.

Carne cruda

Evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos para no infectarlos.

Leche y jugos

Consumir leche, derivados lácteos y jugos de frutas pasteurizados, conservando la cadena de frío.

Lavado de verduras y frutas

Higienizar meticulosamente las verduras y las frutas.

Higiene de manos

Lavarse rigurosamente las manos con agua y jabón antes de preparar los alimentos y sobre todo luego de ir al baño.

Fast food

Es recomendable que los menores de 2 años no ingieran comidas rápidas.

Agua

Respetar la prohibición de bañarse en aguas contaminadas. Consumir sólo agua potable y ante la duda, hervirla.

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