El síndrome del bebé sacudido (SBS por sus siglas), también denominado síndrome del niño zarandeado o agitado es una condición que afecta a bebés y niños de hasta 5 años de edad en el cual se presentan traumatismos a nivel neurológico como hematomas y edemas cerebrales e incluso derrames oculares y hemorragias en la retina. Suele pasar inadvertido ya que sus síntomas suelen confundirse con accidentes o caídas que puede haber tenido el bebé.
¿Por qué se produce?
Los traumatismos se producen cuando se sacude violentamente al bebé. Como el frágil cerebro del bebé aún no ocupa toda el cráneo, rebota de adelante hacia atrás y hacia los costados golpeando el interior de las paredes craneales. Estos golpes son los que producen las lesiones que pueden causar problemas cognitivos, daños cerebrales irreversibles e incluso la muerte.
En la mayoría de los casos es producido por las personas que cuidan al bebé, que ante sus llantos persistentes se altera, pierde el control y sacude al bebé creyendo que se va a calmar o para descargar su enojo y frustración. Es una forma seria de abuso infantil infligido por la madre, el padre, las parejas de los padres o bien el personal a cargo del pequeño. Sin embargo, según los últimos estudios, en la mayoría de los casos son los padres o los novios de la madre los que causan el síndrome.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas que presentan los pequeños con síndrome del bebé sacudido son los siguientes:
- Irritabilidad excesiva
- Llanto extremo
- Letargo
- Falta de apetito
- Dificultar para mamar o tragar
- Vómitos
- Puntos de sangre en los ojos
- Dilatación de las pupilas
- Dificultad para seguir un movimiento
- Dificultad para respirar
- Mucosas y piel pálida o azulada
- Temblores
- Rigidez
- Tonicidad muscular baja
- Dificultad o incapacidad para levantar la cabeza
- Convulsiones
- Coma
¿Cómo se diagnostica?
Un estudio oftalmológico exhaustivo es fundamental para diagnosticarlo ya que los derrames oculares que presenta el bebé son muy característicos. Sin embargo, se debe confirmar por tomografía computada (TAC) o resonancia magnética cerebral.
Por otro lado, como las lesiones son provocadas por agresiones y golpes, también pueden aparecer fracturas óseas, lesiones en las vértebras cervicales del cuello y hematomas en cualquier parte del cuerpo.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento va a depender de la severidad de las lesiones. En la mayoría de los casos de debe monitorizar la presión intracraneal, drenar el fluido presente en los ventrículos cerebrales, y si existen hematomas intracraneales, también se debe drenar la sangre acumulada.
¿Cómo puede prevenirse?
El síndrome del bebé sacudido puede prevenirse en un 100% enseñado los peligros que supone sacudir a un bebé o a un niño pequeño.
La primera medida es no sacudirlo y asegurarse que todos sepan esto. Además debe ponerse atención a cómo se sostiene la cabeza y el cuello cuando se lo cargue de modo que su cabeza no quede colgada.
Muchas veces la forma de acunar al bebé también puede ser violenta. Siempre debe hacerse de una manera suave. El hecho de acunarlo más fuerte no hará calmar al bebé, en realidad lo irritará más.
Sin embargo, como el síndrome es fundamentalmente producto de la frustración y el enojo que provoca el llanto del bebé en el adulto, es importante prevenir este tipo de estados mitigando el estrés. Si la persona que lo cuidada no puede manejarlo debe comentar su inconveniente, tratarlo o bien no cuidar al pequeño.
El llanto no significa que el bebé se esté portando mal o que está enojado con su cuidador. Hay que recordar que todos los bebés lloran mucho durante sus primeros meses de vida a causa a muchos factores. Para esto es importante saber cómo calmar el llanto de un bebé, detectando la causa que puede estar irritándolo y atendiendo sus necesidades.