El momento adorable, que sus padres capturaron, derritió los corazones de los médicos y enfermeras que habían estado cuidando de ellos en el Edinburgh Royal Infirmary. Para los padres de Laura y Craig, procedentes de Duddingston (Edimburgo), también fue uno de los momentos más especiales de su vida.
Laura Lowden tuvo el parto con sólo 30 semanas de embarazo y se emocionó cuando sus hijos volvieron a estar juntos, en su pecho, tras varios días separados en incubadoras. “Fue la cosa más maravillosa. Conmovedor. Este será siempre un momento muy especial para nosotros”, explicó al Daily Mail.
Blair e Innes nacieron por cesárea el pasado 5 de febrero, diez semanas antes de lo previsto, y fueron trasladados inmediatamente a cuidados intensivos. Los médicos se sorprendieron cuando, una semana más tarde, los bebés comenzaron a respirar por su cuenta. Fue entonces cuando se decidió que podían estar de nuevo juntos. “Fue muy lindo”, explicó Craig Lowden.
La mayoría de los bebés no son capaces de respirar por su cuenta hasta las 34 semanas de embarazo porque sus pulmones no maduran hasta entonces. A Laura Lowden le inyectaron esteroides cuando tuvo el parto, que ayudaron a sus hijos a tener una recuperación más rápida. “Las enfermeras nos dicen que tienen un buen peso para ser gemelos nacidos 10 semanas antes de tiempo”, afirmó.
Fuente: La Vanguardia