¿Qué es la plagiocefalia o síndrome de la cabeza plana del bebé?
La plagiocefalia, conocida generalmente como síndrome de la cabeza plana del bebé, se presenta cuando el niño tiene la cabeza chata o deformada en alguno de sus lados.
Es bastante frecuente y aunque el término puede parecer alarmante, en realidad no lo es para la mayoría de los casos, puesto que se resuelve naturalmente cuando el bebé comienza a sentarse por sí solo, antes de que se fusionen las suturas craneales.
Tipos de plagiocefalia
Existen 3 tipos de plagiocefalia que pueden darse en el bebé si la suturas craneales se unen prematuramente:
1. Plagiocefalia postural
Es la más frecuente de todas y, como el nombre lo indica, se presenta por la posición de la cabeza del bebé.
Los bebés adquieren pronto el hábito de dormir con la cabeza inclinada hacia el mismo costado, ya sea el derecho o el izquierdo.
Debido a la presión continua de la cabeza contra el colchón de la cuna, sumado a que el cráneo del bebé es muy blando y aún continúa formándose luego del nacimiento, el resultado será que el niño tenga un lado más chato que el otro y una cabeza asimétrica.
2. Braquicefalia
La braquicefalia es otro tipo de cabeza plana y se da cuando el bebé duerme con la cabeza mirando hacia arriba. Por esta razón la cabeza del niño se achata en la parte de atrás y no en los costados.
La única diferencia que tiene la braquicefalia con la plagiocefalia es el lugar donde ocurre el achatamiento.
3. Escafocefalia
La escafocefalia es el tipo más frecuente de craniosinostosis, la menos común de todas las plagiocefalias y las más complicada. Es una alteración congénita del bebé donde se unieron uno o varios huesos craneales muy prematuramente.
El cráneo está compuesto de cinco huesos mayores: frontal (frente), parietal (corona), occipital (detrás) y temporales (costados). Los bebés nacen con estos huesos separados, dejando un tejido blando entre cada uno de ellos que le permite al cráneo y al cerebro crecer.
En los casos de escafocefalia, el tejido blando desaparece por la unión prematura de los huesos y esto le impide al cráneo crecer normalmente, teniendo como resultado una cabeza larga y estrecha en forma de cuña.
¿Cómo saber si el bebé tiene plagiocefalia?
La cabeza de un bebé es totalmente redondeada detrás y simétrica en los costados. La mejor manera de detectarla es viendo al bebé desde arriba. Si tiene mucho pelo puedes mojarlo de modo que se pegue al cuero cabelludo.
Otra señal es que tenga menos pelo en una de las áreas afectadas. Sin embargo, la mayoría de los pediatras son los primeros en detectar esta alteración ya que lo hacen en los controles de rutina. De todas formas siempre es conveniente recordarles cuando vayas a la vista y le preguntes sobre la forma del cráneo del bebé.
¿Cuáles son las causas?
Como dijimos anteriormente, la mayoría de las veces se produce por la posición de la cabeza al dormir, pero también existen otros factores que la provocan.
1. Posición del bebé al dormir
Desde que se comenzó a alertar a los padres que los bebés deben dormir boca arriba para evitar el tan temido síndrome de muerte súbita del bebé, han aumentado los casos de plagiocefalia.
Antes, como se los hacía dormir boca abajo, casi no había casos de plagiocefalia, pero esto no es de ningún modo una razón para que los bebés no duerman boca arriba.
2. Uso excesivo de mecedoras y butacas para el auto
Muchas veces los padres dejan dormir al bebé por mucho tiempo en este tipo de asientos. Como no están diseñados para esto, el bebé suele dormir con la cabeza en malas posiciones.
Por esta razón, es importante que pases el bebé a su cuna cada vez que lo encuentres dormido en la butaca o mecedora. Es preferible volver a hacerlo dormir que tener que someterlo a un tratamiento correctivo posteriormente.
3. Prematurez
Los bebés prematuros tienen más riesgo de sufrir palgicefalia ya que sus huesos craneales son mucho más débiles que los de un bebé nacido a término.
Como tienen que pasar mucho tiempo recostados en la incubadora, la plagiocefalia es recurrente en muchos casos ya que los huesos craneales no se desarrollan en el ambiente intrauterino que contiene líquido amniótico y que le permite moverse y cambiar de posición.
4. Embarazo múltiple
En el caso de embarazos múltiples los bebés tienen menos lugar para cambiar de posición. Por otro lado, pueden apoyar entre ellos sus cabezas y mantenerlas presionadas por largos períodos de tiempo, deformando de esta forma sus cráneos.
5. Tortícolis
La tortícolis sobreviene cuando los músculos del cuello fuerzan a la cabeza a girar a uno de sus lados. Puede producirse por diversos factores. Uno de ellos es durante el nacimiento donde pueden dañarse estos músculos.
También puede aparecer durante el embarazo, donde el bebé adquiere una posición de la cabeza que hace que uno de los músculos del cuello se fortalezca más que otro.
¿Cómo puede prevenirse?
Salvo en los casos de craniosinostosis, donde el crecimiento del cerebro y el cráneo se ven comprometidos, la prevención de la plagiocefalia es bastante simple y consiste en cambiar la posición de la cabeza del bebé cuando duerme.
Si ves que el bebé siempre duerme con la cabeza hacia uno de los lados o de frente, cámbiale la posición girándola hacia el otro costado o mirando hacia arriba.
Si el bebé tiene un móvil en su cuna, cámbialo de posición de modo que el bebé mire y direccione la cabeza hacia otro lado.
También debes prestar atención cuando el bebé está despierto y recostado sobre su espalda. Esta posición, si bien es buena para su desarrollo piscomotor cuando está en una superficie plana no debe ser la única. Debes ponerlo boca abajo para que también vaya practicando a controlar su cabeza y brazos.
Es importante recordar que no se recomienda el uso de almohadas ya que puede ser un factor de riesgo de muerte súbita en el bebé y otro problemas cervicales.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento de la plagiocefalia postural consiste en una serie de procedimientos adecuados a su desarrollo y a la severidad del síndrome.
Para esto se practica fisioterapia y rehabilitación postural, técnicas de ortesis craneal a través del uso de cascos específicamente diseñados, y en en algunos casos reconstrucción quirúrgica, aunque esto no es muy frecuente.
El uso de cascos generalmente se indica de los 4 a 6 meses, cuando la fisioterapia y la rehabilitación postural no ha dado resultado. Pero nunca después de los 12 meses, ya que a esta edad los huesos del cráneo se han soldado definitivamente.
Existen diversos tipos de cascos o también bandas craneales que dan excelentes resultados a los 2 ó 3 meses de iniciado el tratamiento.
Es importante recordar que la plagiocefalia postural no produce ningún daño a nivel cerebral que afecte el coeficiente intelectual del bebé.
El tratamiento quirúrgico debe reservarse únicamente para aquellos bebés con craneosinostosis o bien para casos de deformidad grave persistente, en los que los tratamientos de fisioterapia, rehabilitación postural o el casco no hayan dado buenos resultados.
Este tipo de afecciones severas sí pueden tener consecuencias neurológicas graves y producir retraso mental, ya que se ve comprometido el desarrollo cerebral. La intervención quirúrgica a tiempo previene estos problemas.