La pequeña Lailie Victoria Ruiz nació prematura pesando tan sólo 368 gramos. Era tan chiquita que cabía en la palma de la mano. Su brazos eran diminutos: podían ponerle un anillo como si fuera un dedo, y aún así le quedaba grande.
Los médicos la llamaron “la bebé milagro” ya que los prematuros que pesan menos de 400 gramos raramente logran sobrevivir aunque reciban la mejor atención médica.
El Dr. Andrew Kairalla, jefe de pediatría de la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) del Baptist Children’s Hospital de Miami, comentó que Lailie nació el 12 de agosto de 2017 cuando tenía tan solo 26 semanas de embarazo y que es una de las bebés más diminutas en nacer y sobrevivir de las que tienen registro en el hospital.
Sin embargo, esta guerrera luchó por su vida durante cuatro meses y, con un peso de 2,3 kilogramos, fue dada de alta el 29 de diciembre para pasar el Año Nuevo junto a su familia.
“Ella ha atravesado muchas cosas, pero es una luchadora”, dijo Jaksiri Ruiz-Toledo, la madre de Lailie.
Lailie sufrió complicaciones graves durante el parto, pero su madre nunca dejo de tener fe en que su hijita se iba a recuperar. Su embarazo originariamente era gemelar, pero perdió uno de sus bebés y tuvo que atravesar un embarazo de alto riesgo hasta el nacimiento anticipado de su hija.
Además de nacer prematura, su peso también era muy bajo de acuerdo a su edad gestacional. A esa altura del embarazo, un feto debería pesar aproximadamente 700 gramos, casi el doble de lo que pesó la niñita.
“Por las ecografías que me había realizado con anterioridad sabía que iba a ser muy pequeña”, dijo la mamá. “Estaba preocupada, pero al mismo tiempo no perdí la esperanza. Sabía que Dios estaba ahí con nosotros”.
Tanto Jaksiri como el padre de Lailie, Marcos Ruiz-Toledo, están totalmente agradecidos de haber podido darle la bienvenida al nuevo año en casa junto a su hija que ahora se encuentra en perfecto estado de salud.
Fuente: NBC Miami