Matronatación: natación infantil

¡Patitos al agua! Descubre cuáles son los beneficios de la matronatación, las precauciones a tomar y todo lo que necesitas saber.

Matronatación infantil

¿Qué es la matronatación?

La matronatación es una actividad de estimulación acuática por la cual el niño puede iniciarse en el juego y el aprendizaje en el agua con la ayuda de mamá y papá y acostumbrarse a un nuevo medio para el juego y los movimientos antes que lo haga en tierra.

¿Cuándo puedo comenzar las clases con mi bebé?

La pueden practicar los bebés desde la caída del cordón umbilical hasta los 7 años. Cuanto más temprano el contacto del niño con el agua, mejor su adaptación y facilidad para el aprendizaje. Los bebés menores de un año se adaptan al agua más rápidamente que los niños mayores.

De todas maneras, algunos especialistas recomiendan esperar hasta los 4 meses después del nacimiento ya que a esa edad termina de madurar el sistema inmunológico del bebé y las posibilidades de contraer resfríos o infecciones del oído como la otitis, disminuyen.

Los pediatras la recomiendan porque es una actividad ideal para los más chiquitos que habitualmente pueden estar restringidos a la cuna, a los paseos en cochecito y a pocos juegos.

Ahora, no son sólo los niños los que aprenden, lo cual es motivo de disfrute y alegría para los padres, sino que ellos también aprenden clase a clase juegos seguros en el agua y normas de seguridad que permiten evitar accidentes. Mientras que el niño sea pequeño y que aún no haya alcanzado la madurez para participar de otras actividades y deportes, el agua se presentará como un medio divertido y cómodo para el disfrute y el juego.

Si bien las ventajas de la matronatación son muchas y variadas, no dejes de consultar a tu médico de cabecera o al pediatra para que él lleve un control de la evolución física y de salud en las consultas mensuales con tu bebé.

¿Cuáles son los beneficios para el bebé?

Los beneficios de la matronatación son variados y se manifiestan en todos los aspectos del bebé, ya sea emocional o físico. Además estas ventajas no son sólo a corto plazo, y observables en el agua, sino que son un aprendizaje a largo plazo y aplicable a las futuras actividades de tu hijo.

Bebés más relajados

En un principio, se ha observado que los niños que practican el nado desde pequeños, duermen y están más relajados como para poder afrontar otro día de divertidas actividades, y por otro lado, su humor es mucho mejor que los niños sedentarios. Esto también los ayuda a llevar una vida más fácil como para adaptarse a su entorno.

Mayor sociabilización

Al tratarse de actividades que se comparten en una piscina con otros niños y otros padres, esto los ayuda a introducirse al mundo social manteniendo contacto con los otros chicos. Y mas aún, porque mejora la relación con sus papás ya que el niño debe confiar en ellos para aprender en el agua. Necesita de su ayuda para realizar todos los movimientos.

Mejor respuesta ante problemas y mayor concentración

Hay estudios realizados en niños iniciados en la natación a una temprana edad que demuestran que logran lo que se denomina ?inteligencia despierta? lo cual los hace más adaptables en situaciones difíciles y veloces al responder a problemas. A la vez, por tratarse de ejercicios mecánicos, se ha descubierto que los niños también logran una mayor capacidad de concentración.

Beneficios físicos múltiples

Se puede observar un aumento del apetito, además de beneficios cardiovasculares y respiratorios, ya que los bebés deben adaptarse a una nueva forma de respiración debajo del agua. Asimismo es buena para el control de la obesidad y aumenta las reservas de inmunidad que le permitirán en el futuro defenderse mejor de las agresiones externas y las infecciones. También es recomendable como terapia para niños asmáticos o con discapacidades.

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¿Qué rol desempeñan los padres en las clases?

Los niños pequeños aprenden jugando y los papás aprenden junto a ellos. Y en un ámbito tan especial como es el agua, es necesario que los pequeños nadadores se sientan seguros de la mano de sus padres.

Las sesiones en el agua, más allá del aprendizaje mismo de la natación, facilitan la relación afectiva entre padres e hijos en la medida en que pasan los días y los ejercicios de seguridad. De hecho la coordinación motriz y el equilibrio que logre el pequeño, estará favorecida por la ausencia del miedo que la consigue por la ayuda de sus padres en la iniciación acuática.

Con la compañía de sus padres, todos los juegos resultan más sencillos y seguros y esto es esencial para que, en apenas unos meses más adelante, llegue cierta autonomía en el niño y el bebé pueda nadar solito y con confianza en sí mismo.

Tanto como para la mamá y el papá el crecimiento y el desarrollo del bebé son primordiales y quieren participar en esta evolución.
La relación que tienen con su madre los bebés que aún están siendo alimentados por lactancia materna, no es la misma que la que tienen con su padre, por lo que las clases de matronatación serán una buena experiencia para ambos ya que podrán afianzar su relación.

Las primeras interacciones con su bebé, están basadas en el contacto y la buena sujeción del pequeño, y eso significa mucho más que un simple abrazo o algunas caricias. Para el lactante, la forma de mirarlo, tocarlo o sostenerlo, es un mensaje directo de lo que sienten por él y a la vez permite al niño devolver ese cariño con respuestas cada vez más visibles, sobre todo en la participación de actividades en familia.

¿Cuánto dura cada clase de matronatación?

Cada escuela de natación tiene sus propias reglas para dictar clases, pero el promedio de tiempo varía entre los 30 y los 45 minutos, 3 veces a la semana, dependiendo de la resistencia de los niños incluidos en el grupo.

Lo cierto es que la actividad en el agua equivale aproximadamente a repetir el mismo ejercicio 4 veces en tierra. Los ejercicios acuáticos requieren mucho esfuerzo muscular, por lo que la mayoría de los instructores recomiendan comenzar con clases de 15 minutos, para que los más chicos se adapten a este nuevo medio y posteriormente, cuando los ejercicios se tornen más complejos, permanecer unos 30 minutos en la piscina.

¿En qué consiten los ejercicios y los juegos?

Se realizan juegos con materiales didácticos como pelotas, tablas, aros, y flotadores para lograr equilibrio y fortalecer el tono muscular, el aparato circulatorio y el sistema óseo.

También se practican ejercicios de desplazamiento, para flotar y lograr flexibilidad. Uno de los primeros ejercicios que se realizan para comenzar la adaptación en el agua, consiste en acunar con los brazos al bebé y pasearlo por el agua, manteniendo siempre el contacto con el bebé para que no tema.

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Otro ejercicio de adaptación se basa en alazar al niño de modo que solamente sus piecitos toquen el agua y luego alzarlo en un movimiento de juego hacia el espacio.

¿Qué precauciones debo tomar?

El agua es un mundo nuevo para los bebés, mas allá de conocerla por los baños que le brindan mamá y papá. Estar dentro una piscina requiere de una preparación especial, sobre todo para adaptarse a una sensación nueva de peso corporal, y una compleja técnica de respiración bajo el agua.

Sólo debes tener la precaución de que se realice un estricto control en la calidad de las aguas de la piscina y que todos los bebés y sus padres lleven un control médico adecuado previo al inicio de esta actividad.

Recomendaciones generales

Puedes tener en cuenta algunas recomendaciones para estar preparada para las clases:

Acostúmbralo de antemano al agua

Una de las recomendaciones que hacen los profesores a cargo de clases de matronatación es a la hora del baño del bebé. Intenta que el niño juegue más tiempo en el agua, que se familiarice, cambie posturas y moje su rostro, ya que podría asustarse al ingresar en la piscina por primera vez.

Infórmate sobre los materiales que debes llevar

Generalmente las escuelas de matronatación brindan a los padres una guía de materiales para llevar a la clase. Siempre mantente en contacto con la escuela o con los profesores para estar segura de no olvidar nada.

No te olvides del biberón

El ejercicio continuo, y sobretodo en el agua, despierta el apetito, así que no olvides el biberón del bebé con leche tibia para compensar el gasto energético.

Baña al bebé al terminar

Luego de las clases también es recomendable bañar al bebé con agua corriente, para evitar irritaciones en la piel a causa del de cloro presente en las piscinas.

Lleva toallas

No olvides una toalla abrigada o una bata para tu bebé, para secar su cuerpito y mantenerlo calentito mientras le das de comer o lo cambias antes de regresar a casa.

Lleva pañales

Siempre ten a mano pañales y cámbialo luego de la clase para que se sienta limpio y sequito.

Lleva juguetes sumergibles

A veces los bebés temen sumergirse en el agua porque les resulta un medio desconocido. Puedes llevarle algunos juguetes sumergibles y que el niño reconozca para que se anime a entrar en el aguan con mayor soltura. En casa puedes hacer que se bañe con ellos de modo que pueda comenzar a asociarlos tempranamente al medio acuático y al juego.

Olvídate de los problemas

Es bueno que todos disfruten del aprendizaje en el agua con el bebé y tener en cuenta que el agua cálida ayuda a relajarse, eliminando las tensiones y el estrés de la vida diaria. ¡Asi que aprovéchalo tu también!

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