Limpieza de la nariz del bebé con aspirador nasal

Parece ser algo sencillo, pero la mayoría de los padres no lo hace bien. Descubre aquí cómo aspirarle la nariz a tu bebé correctamente.

Limpieza de la nariz con aspirador nasal

¿Cuándo debe utilizarse el aspirador nasal?

La mucosidad del bebé es un problema frecuente para muchos padres, ya que si está presente no se consigue que el bebé respire, coma y descanse bien.

A partir de los dos años y medio a tres, el niño ya sabe sonarse, por eso, antes de esta edad debemos ayudarlos.

Existen varios tipos de aspiradores nasales en el mercado que pueden utilizarse para quitar la secreciones cuando tu bebé tiene la nariz congestionada debido a procesos alérgicos, resfríos, etc…

Están los clásicos llamados “perita de goma”, los de boca de plástico ancha y corta, los aspiradores eléctricos y hasta algunos que consisten en una boquilla conectada a un tubo que desemboca a otra boquilla con un filtro de esponja. En este tipo de aspirador nasal, tendremos que poner un extremo (la boquilla) en nuestra boca para aspirar nosotros y el otro extremo (la boquilla con filtro y adaptada para su uso) en la nariz del niño.

Aquí te enseñamos a utilizar los dos primeros, que consideramos más prácticos, rápidos de usar, económicos e higiénicos.

Antes de comenzar debes verificar el tipo de secreción de tu bebé. Si es líquido continúa con los pasos que te brindamos a continuación. Si la mucosidad es espesa y pegajosa primero debes ablandarla con algunas gotas de solución fisiológica que puedes conseguir en cualquier farmacia.

¿Cómo debo utilizar el aspirador nasal?

Muchas mamás realizan el procedemimiento de aspiración pero omiten una de los pasos fundamentales. Aquí te explicamos paso a paso cómo hacerlo correctamente:

Posición del bebé

Primero debes recostar a tu bebé en tus faldas o en una superficie lisa mirando hacia ti, con la cabeza elevada y sus piernitas hacia tu panza. Háblale y cuéntale que le vas a hacer antes de empezar, es necesario que tu bebé se sienta tranquilo y confiado, aunque no entienda tus palabras, entenderá sin duda el tono tranquilizador de tu voz.

Prepara el aspirador

Luego toma el aspirador y aprieta la perita para quitarle el aire y generar vacío.

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Cólocalo en la fosa nasal sellando completamente el orificio

Posterioremente colócalo en una fosa nasal e ingrésalo cuidadosamente hasta que selle completamente la fosa. No temas hacerle daño ya que lo máximo que entrará la perita hasta que selle la fosa, es entre 1 a 2 cm. y la cavidad nasal del bebé es mucho más profunda.

Esto es sumamente importantante de realizar correctamente, y es el paso donde mayormente encunetran dificultades muchas mamás, ya que de no hacerlo correctamente solo aspirarás el aire y solamente el líquido que cae, y al poco tiempo volverá a salir la mucosidad de la nariz de tu bebé.

Si este paso te pone nerviosa no continúes, y compra otro tipo de aspirador, de tubo más ancho y corto que sellará la fosa nasal sin introducir tanto el aspirador en su naricita. Sea cual sea el aspirador que utilices el secreto es que lo presiones bien contra la fosa nasal para que la selle. Es también de suma importancia que nunca aprietes la goma cuando esté dentro de la nariz.

Suelta la goma y aspira la mucosidad

Una vez sellada la fosa, suelta de a poco la goma para que comience a aspirar. Es importante que lo hagas lentamente. Retira el aspirador y sobre una servilleta de papel o similar aprieta nuevamente la goma hasta expulsar toda la mucosidad recolectada. Te soprenderá la cantidad que sale si lo has hecho correctamente.

Vacía el aspirador

Limpia la parte externa del aspirador y si es necesario hazlo nuevamente hasta aspirar todas las secreciones. Luego de terminar con un orificio nasal prosigue con el otro de la misma manera.

Limpia el aspirador

Al finalizar limpia el aspirador con agua tibia y jabón por dentro y por fuera y luego enjuágala varias veces dejándola secar inclinada.

Si necesitas colocar solución fisiológica para ablandar la mucosidad debes proceder de la siguiente manera. Con la cabeza de tu bebé apoyada en tus rodillas, coloca de 1 a 3 gotas de solución fisiológica con un gotero en cada orificio nasal y mantén la cabeza de tu bebé quieta y un poco hacia abajo durante 10 segundos para que haga efecto, luego procede de la forma que explicamos anteriormente.

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Si tu bebé continúa con mucosidad, puedes repetir el proceso luego de 10 minutos, pero recuerda que no debes utilizar solución fisiológica por más de 4 días seguidos ya que podría secarle las mucosas nasales. En este caso puedes continuar con agua previamente hervida y enfriada.

Recuerda siempre de hablarle y calmar a tu bebé para que este proceso sea lo menos traumático posible. Si ves que tu bebé se resiste a que le aspires la nariz no lo fuerces, ya que podrías dañar su delicada nariz con el aspirador. Intenta nuevamente en algunos minutos hasta que tu bebé se encuentre tranquilo.

¿Cuántas veces conviene aspirarle la nariz?

Lo ideal es limpiarle la nariz antes de que coma y antes de acostarlo a dormir. Recuerda que es un procedimiento que seguramente le molestará a tu bebé y lo hará llorar, así que debes tener paciencia y dentro del cuidado con el que lo realices, intenta ser lo más rápida posible. Si encuentras difícultades llévalo al pediatra para que te enseñe a utilizar el aspirador, ya que un bebé no es igual a otro y muchas veces requieren de su propia técnica.

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