La higiene y el cuidado de la vulva del bebé

La limpieza de la vulva de una bebé requiere algunos cuidados especiales por lo delicado de esta zona genital. Descubre cómo lavarla y evitar infecciones.

La higiene y el cuidado de la vulva del bebé

Muchas veces damos por sentado cómo higienizar al bebé y por esta razón podemos llegar a comenter errores, sobre todo en regiones tan sensibles como la vulva del bebé.

Lo que primero debes saber sobre el cuidado de la vulva de una bebé

Para la higiene y el cuidado de la vulva de una bebé debes tener presente que las cremas para evitar las paspaduras, el sudor y otras elementos pueden acumularse entre y alrededor de los labios mayores, por lo que deberás buscar que no queden restos de dichas sustancias.

Otro punto importante para tener en cuenta es no contaminar la zona genital con materia fecal que puede provenir del la zona anal.

Y en tercer lugar se debe prestar atención a prevenir las sinquias, que es la adherencia de los labios menores del bebé.

A continuación te indicamos como cuidar esta zona para evitar todos estos inconvenientes y dejar a tu bebé bien limpio.

La higiene y el cuidado de la vulva paso a paso

Cuando bañes al bebé moja una esponja suave con abundante agua, sostén sus piernas en alto y limpia sus labios delicadamente. Siempre debes comenzar de la parte delantera y limpiar hacia atrás. Nunca de atrás para delante ya que de esta forma puedes contaminar la zona genital con bacterias que provienen de la materia fecal que se acumula en la zona anal. Esto podría provocar algunas enfermedades como vulvitis, vulvovaginitis, o infección urinaria.

En algunos casos, puede aparecer una flujo transparente, blanco que se parece un poco a la clara de huevo y que a veces puede contener restos de sangre. Esto es perfectamente normal y se denomina leucorrea fisiológica.

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Sólo debe limpiarse suavemente con una esponja húmeda sin insistir para no retirarlo del todo. Este flujo tiene la característica de poseer un pH muy ácido que sirve de protección ante cualquier bacteria que podría infectar la zona.

Por esta razón no debes limpiarlo completamente, aunque tampoco debes dejar de limpiar para evitar infecciones por falta de higiene. Ni mucho, ni poco. Limpia lo suficiente de modo que no queden restos de orina o materia fecal.

Nunca utilices desodorantes vaginales ni duchas en la zona ya que pueden alterar el equilibrio químico natural de la vagina y aumentar el riesgo de infecciones. Asimismo, evita el uso de talco que, además de tener partículas finas que el bebé puede inhalar, también puede irritar la vagina.

Está en discusión si se deben utilizar toallitas húmedas para limpiar la zona. Esto se debe a la aparición de sinequias en la zona vulvar. Es una afección bastante frecuente en bebés de 12 a 24 meses que consiste en la adherencia o fusión de los labios menores.

De acuerdo a algunos estudios se estima que su aparición está asociada al uso cada vez mayor de toallitas húmedas. No porque las toallitas la provoquen directamente, sino porque no se utiliza agua que limpia mucho mejor la zona al escurrirse por los pliegues más profundos. De modo que se recomienda utilizar las toallitas húmedas sólo cuando no estés en casa y debas limpiar a tu bebé de forma ocasional.

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