¿Qué es la leche de brujas?
La “leche de brujas” o en singular “leche de bruja” es la denominación popular que se le da a la galactorrea del recién nacido. Consiste en una secreción de una sustancia similar a la leche materna que es segregada desde los pezones o tetillas del bebé y que puede darse tanto en niñas como en niños. En general se presenta frecuentemente en recién nacidos a término y en muy raras ocaciones aparece en bebés prematuros.
¿Por qué se llama así?
Su nombre tiene origen en la antigüedad cuando se creía que esta secreción del recién nacido era producida por fuerzas sobrenaturales. Se responsabilizaba a espíritus familiares que le extraían los poderes vitales al bebé, “succionando” su fuente de nutrición materna a los bebés que no eran debidamente atendidos por su madre.
¿Por qué se produce?
Se produce como respuesta al aumento de los niveles de estrógeno que circulan a través del torrente sanguíneo de la madre durante el embarazo que, luego de atravesar la placenta, ingresan al sistema circulatorio del feto.
¿Cuáles son los síntomas?
Además de la secreción, la galactorrea del recién nacido puede estar acompañada de una hinchazón de las glándulas mamarias, por lo que esta zona se verá inflamada.
¿Cuál es el tratamiento?
La leche de brujas desaparece espontáneamente a las 2 semanas de vida del bebé, debido a la disminución progresiva de los estrógenos durante este tiempo.
¿Se puede masajear la zona?
No se aconseja masajear, apretar o extraer esta secreción ya que podría ocasionar, además de malestar y dolor al bebé, infecciones que comprometerían la salud del pequeño.
¿Cuándo consultar al pediatra?
Si luego de las dos semanas la galactorrea no desaparece, o si la secreción y la hinchazón es acompañada de cualquier otro síntoma sospechoso, debes consultar al pediatra.