El bebé recién nacido

El bebé recién nacido

La visión

El bebé recién nacido comienza a conocer un nuevo mundo, lleno de luz que al principio lo encandila. Su visión es bastante borrosa, lo único que puede ver claramente es tu rostro y objetos de alto contraste.

Según muchos estudios los bebés recién nacidos prefieren observar los rostros humanos en vez de objetos. La distancia que necesita para poder ver es de 30 cm. por lo que tu cara fue lo primero que vio en este mundo, ya que es la distancia que tiene cuando lo amamantas. Por eso es bueno que le hables a esta distancia, para que se vaya familiarizando contigo más rápido.

La postura

La actitud típica es de flexión completa, desde los dedos de las manos hasta los dedos de los pies y sin extender totalmente sus brazos y piernas. Esta postura es la que tienen todos los bebés en el útero materno y persistirá durante varias semanas. Si pruebas mantener al bebé de pie dará un movimiento reflejo que simula e lcaminar.

Los movimientos

El recién nacido nunca se queda quieto, patea permanentemente mientras está despierto y mueve sus brazos. Estos movimientos descontrolados se irán suavizando a medida que su sistema nervioso y sus músculos vayan madurando, que consecuentemente lo logra gracias a este ejercicio.

Ten en cuenta que estos movimientos son necesarios, por eso debes dejarlo siempre en lugares donde pueda moverse libremente. La posición recostado de espaldas es la mejor, ya que no tendrá nada que le impida mover sus extremidades. Si lo acuestas boca abajo, sus manos y piernas quedarían inmovilizadas.
Los recién nacidos se van adaptando de a poco a este nuevo mundo, muy diferente al útero contenedor y tibio que lo envolvía, por eso le resultará muy placentero que los envuelvas con un paño.

Cuando se le acerca algo a la mano la cierra durante algunos segundos como agarrando su “presa”. Responde a estímulos luminosos y sonoros mediante una reacción con todo su cuerpo, como de sorpresa, extendiendo y flexionando todos los miembros. Esto se denomina reflejo de Moro.

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La cabeza

Si está boca arriba la cabeza cae hacia uno de los lados, todavía no tiene fuerza para mantenerla erguida. Recién a finales de este mes podrá levantar la cabeza y mantenerla sólo durante algunos segundos mientras está boca abajo y tal vez la gire de un lado a otro.

La alimentación

La alimentación es lo más importante en la vida del recién nacido ya que come cada 2 ó 3 horas y luego duerme un rato. Debido a esto se despierta durante la noche para que lo alimentes.

Generalmente los recién nacidos duermen un total de 17 horas. Recién a finales de este mes comenzará a tener un ritmo de alimentación y sueño, pero que no será regular hasta por lo menos los 3 meses de edad.

El lenguaje

El bebé recién nacido ya empieza a comunicarse, por el momento sólo a gritos y llanto, a veces potentes, pero con el correr de las primeras semanas sólo llora en situaciones no placenteras (hambre, cólicos de intestino o algún otro malestar).

En líneas generales el malestar que siente el bebé se debe a que su mundo cambió de un día para otro, de repente se siente desprotegido y sobrestimulado por su entorno (luz, sonidos, caricias, olores, etc…).
Tal vez se exprese en algún momento cuando vea tu cara o escuche tu voz con una débil”A”.

El tacto

El recién nacido toma contacto con el exterior a través de su piel. Este contacto es especialmente intenso durante el momento del amamantamiento. Ahí aprende a conocer también las caricias y la sensación de bienestar que le ofrece el calor y la tersura del regazo materno. Pero no es conveniente demasiada estimulación en su piel en esta etapa ya que todavía está tratando de adaptarse a este nuevo mundo. Cuando lo acaricies intenta que vea tu mano para que pueda asociarla con lo que está sintiendo.

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El aprendizaje

En esta etapa tu bebé comienza a investigar y a aprender, sobre todo en los momentos cuando lo notas que está tranquilo y pendiente de su entorno. Este proceso comenzó desde el mismo día que nació y lo irá haciendo cada vez más a medida que su cerebro madure. Para estimularlo puedes hablarle, cantarle y mostrarle las cosas que lo rodean.

Los recién nacidos reconocen rostros y expresiones y a veces hasta pueden imitarlos. Por esta razón es bueno que te le acerques y le hagas muecas (como sacarle la lengua). Al principio no responderá porque sólo te estará observando, pero verás que con el tiempo te sorprenderá.

El juego

El juego en esta etapa lo ayuda a coordinar su movimientos. Los juguetes con colores contrastantes y los móviles son los ideales.

Recuerda que tu bebé no puede desplazarse y pasa la mayor parte del tiempo recostado, por eso es bueno que tenga algo que investigar cerca suyo. Los juguetes apropiados para esta etapa harán que tu bebé ejercite sus brazos, manos y dedos.

Es importante que cuando lo recuestes quede boca arriba, de esta forma tendrá un rango visual mucho mayor que si está boca abajo o sobre su lado.

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