Atención temprana: 15 consejos para el desarrollo integral del bebé y el niño

Descubre cómo acompañar al bebé en su crecimiento y desarrollo, generando en él confianza y una mayor plasticidad corporal para expresarse libremente.

Atención temprana: 15 consejos para el desarrollo integral del bebé y el niño

¿Qué es la Atención Temprana del Desarrollo Infantil?

La Atención Temprana del Desarrollo Infantil (ATDI) nos convoca a posicionarnos desde una mirada que sostiene y respeta las iniciativas de cada bebé en su proceso de crecimiento y desarrollo.

Para acompañar a los pequeños en su desarrollo integral, los bebés y los niños necesitan un adulto confiable, respetuoso, que le brinde seguridad, sostén emocional y físico.

No consiste en estimular al bebé con acciones que vienen únicamente de afuera, sino en facilitarle al pequeño un entorno adecuado para que despliegue desde dentro de sí todas sus capacidades individuales.

Sugerencias básicas para los adultos

A continuación te damos unos cuantos consejos que te servirán de guía en el acompañamiento integral del bebé y del niño.

  1. Respetar y valorar las iniciativas de los niños desde que nacen, por el sentido que estas le dan a sus incursiones en el mundo ya que llevan el germen de la curiosidad y la motivación interna.
  2. Mirar a los niños siempre a los ojos, hablarles pausado y sin gritos, ser coherente entre lo que se hace y lo que se dice, con frases concretas, breves, ajustadas a la acción que está realizando el niño, el bebé o el adulto en ese momento. Ejemplo: “Estás chupando tu mano”, “Metiste la cuchara en el puré”, “Estoy limpiando tu cara”… etc.
  3. Escuchar y sentir sus estados anímicos y necesidades desde que son bebés. Por ejemplo: cuando lloran porque tienen hambre o piden ‘upa’; cuando se duermen ante ruidos y sonidos estridentes; cuando se ponen muy tensos y su cuerpo esta crispado expresando incomodidad o malestar porque tienen frío; al llevarlos en andas muy rápido o cuando tienen cólicos.
  4. Prestar atención a los niños desde pequeñitos cuando comienzan a hacer ruidos, balbuceos y poco a poco van arribando a la palabra, para que tengan la motivación de comunicar porque que hay alguien que va a escuchar y responder.
  5. Apreciar los momentos que se hacen de a dos como la higiene, la alimentación y el cambio del pañal, como espacios de intercambio privilegiados, donde cada vez que el adulto le permite al niño participar activamente, valorando sus deseos, reafirma en él un sentimiento profundo a través de la vivencia: soy capaz. Si el adulto confía en el niño, entonces él confía en sí mismo y en sus capacidades. Se anima a hacer, se siente seguro competente.
  6. En los momentos de cuidado donde el niño necesita de la asistencia del adulto, anticiparle qué vamos a hacer, sin apurarse y desestimar su iniciativa. Significar por medio de la palabra sus movimientos, al principio reflejos, luego poco a poco con intencionalidad, y a medida que va avanzando aceptar su interés por colaborar.
  7. Respetar sus tiempos, cuando come, juega, duerme, etc. No interrumpir, avasallar o desoír.
  8. Permitirle, sin interrumpir ni apurar, a los bebés y niños que intenten: comer solos, beber de un vaso común, sin tapa ni piquito; probar ponerse sus zapatos (durante largos instantes) mientras el adulto permanece cercano, pero no de manera intrusiva.
  9. Valorar sus logros, a los cuales llegó porque tuvo tiempo para explorar, manipular, probar, equivocarse, constatar, intentar una y otra vez. De esta forma se genera en él un sentimiento de competencia.
  10. Permitirles desde bebés el movimiento libre, favoreciendo su desarrollo postural autónomo para arribar a los hitos como sentarse, gatear, pararse y caminar por sus propios medios, a su ritmo y posibilidades, teniendo en cuenta que todo niño debe estar de espaldas, tanto para dormir como para ver el mundo y conocerlo cuando está despierto.
  11. Desde los 3 meses y durante los momentos de vigilia, ubicarlo en el piso sobre una mantita firme que no se deslice, sobre su espalda para que tenga brazos y manos, piernas y pies, cadera y hombros libres para ejercitar todas las variaciones de movimientos que sus músculos y articulaciones le van a ir permitiendo realizar a medida que avanza en su crecimiento y desarrollo.
  12. No sentar al bebé sosteniéndolo con almohadones. Para llegar a este logro el bebé necesita estar en el piso para experimentar las posibilidades de su cuerpo, fortalecer sus músculos, ejercitar sus articulaciones y la coordinación necesaria entre brazos y piernas, sentir los desequilibrios y buscar las posiciones más cómodas y dominadas para manipular un  objeto, ir autorregulando sus posturas intermedias hasta lograr el impulso necesario y el sostén adecuado para poder llegar a sentarse por sí mismo sin ayuda ni sostén externo.
  13. El bebé y el niño pequeño, necesitan de parte del adulto referente, coherencia, certezas y anticipación. A partir de un adulto previsible, los pequeños pueden sentirse seguros y confiados de que contarán con ellos siempre que los necesiten. Esta seguridad irá permitiendo que primero con su cuerpo y luego sobre el entorno, comiencen a jugar y, a través del juego, a conocer.
  14. El espacio para el juego (libre y espontáneo) debería estar previamente acondicionado por un adulto que esté en sintonía con el niño a través de sus intereses y los momentos y posibilidades de su desarrollo motor. Por ejemplo cuando comienza a girar, rolar y/o reptar, gatear y/o caminar.
  15. Delimitar un espacio seguro, con materiales discriminados, dándole permiso para utilizarlos y mezclarlos. Objetos que sean suficientes y adecuados, que al explorarlos permitan generar dudas y certezas a partir de la manipulación, de la prueba y el error, apilando, metiendo y sacando, tirando y juntando, etc. Que estén confeccionados con materiales diversos como madera, telas, etc., de formas variadas, simples y de colores diferentes.
Mira también:  Ruido blanco: el sonido que hace dormir al bebé

El niño necesita contar con un adulto que le provea un entorno seguro, confiable y estimulante para que así le permita hacer y ser en el mundo.

Prof. Alejandra De Renzis Peña
Espec. en Atención Temprana del Desarrollo Infantil

Mail: alejandraderenzis@gmail.com
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Twitter: @DerenzisAle

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