Vacuna antineumocócica

¿Para qué sirve la vacuna antineumocócica?

La vacuna antineumocócica actúa contra el Neumococo, bacilo responsable de infecciones tan frecuentes como las otitis, y también de meningitis, grave enfermedad que puede dejar en un 50% de los casos secuelas neurológicas graves.

Esta vacuna, recientemente aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat) en Argentina, tiene una efectividad que supera el 90% contra el neumococo.

Hasta el momento no existía una vacuna eficaz que previniera 50.000 neumonías anuales (con una mortalidad del 6%), 500 meningitis neumocócica (con una mortalidad del 25%), y cerca de 400.000 casos anuales de otitis media.

Según la OMS, en los países en desarrollo, mueren más de un millón de niños menores de 5 años a causa de una enfermedad neumocócica. La enfermedad se transmite de persona a persona a través de vías aéreas, al estornudar, toser o mantener estrecho contacto con personas portadoras.

¿Quiénes deben vacunarse?

Se recomienda vacunar a todos los niños a partir de los 2 meses de edad, y a los mayores de 2 años de edad incluidos en los grupos de riesgo (chicos con enfermedades pulmonares, cardíacas o renales crónicas, diabéticos, enfermedades inmunológicas, etc…).

Es muy importante la inmunización, debido a la creciente resistencia de los antibióticos, que plantea serios problemas en el tratamiento de estas enfermedades.

¿Cuándo se debe aplicar?

El cronograma de vacunación es similar al de la vacuna cuádruple (pertusis, difteria, hemophilus y tétanos), a los 2, 4 y 6 meses, con un refuerzo a los 12 meses. Esta vacuna todavía no esta incluida en el calendario oficial pero es aconsejable que lo charles con el pediatra y vacunes a tu bebé.

¿Cuáles pueden ser las reacciones luego de su aplicación?

Puede aparecer fiebre, malestar general, enrojecimiento y dolor en el área donde fue aplicada la vacuna. Los síntomas suelen desaparecer a las 24 ó 48 horas después de su aplicación.

¿Existen contraindicaciones para aplicar esta vacuna?

No se deben vacunar a los niños que padecen alguna enfermedad con fiebre superior a los 38 °C, como por ejemplo la neumonía.