Esta pequeñita es, como se dice ahora en la jerga del ciberespacio, una mini-influencer. Con apenas dos años, esta pequeñita australiana llamada Millie-Belle Diamond ya tiene más de 140 mil seguidores en su cuenta de Instagram. Y no sólo eso… ¡Además tiene su propia marca de ropa! Como podemos ver, ya queda claro que es una verdadera estrella de la moda, razón por la cual fue convocada para que participe en el New York Fashion Week que se llevará a cabo del 9 al 17 de febrero de este año.
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La mamá de la pequeña, Schye Fox, comentó recientemente al Daily Mail que “será su primera vez en la pasarela, y estará fascinada”.
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Desde los 6 meses de edad la pequeña ya había comenzado su carrera en el mundo de la moda. Ahora viste ropa de la línea infantil Little Miss Aoki, cuyos diseños cuestan hasta 50.000 dólares. “El año pasado ya trabajamos con Winnie, la fundadora de Mischka Aoki, y mi hija usó un vestido de su marca en su primera aparición en una alfombra roja”, agregó Schye.
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De acuerdo a algunas declaraciones, esta vez la colección que desfilará en los próximos días será “divertida y juguetona”. Con vestidos “formales” con detalles en tul y luciendo joyas doradas y rosas, la pequeñita va a llamar la atención de todo el mundo.
Su mamá aún no puede salir de su asombro por la repercusión que han tenido a lo largo del mundo las imágenes de su hija que publicó en Instagram. Schye confesó que nunca creyó que iba a suceder algo así desde que publicó a su hija en la red social desde que tenía 2 meses de edad. Al principio lo único que quería era compartir las tiernas fotografías de la pequeñita con familiares y amigos.
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Ahora la niña luce sus prendas como cualquier top model, posando con espontaneidad diversos conjuntos como vestiditos de hilo, faldas de bailarina y buzos estampados. Y por si fuera poco también ya tiene una mini cartera Luis Vuitton. (¿Qué llevará ahí? ¿Chupetes?).
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Millie-Bell saltó a la fama de un día par el otro cuando la marca de ropa Fashion Kids compartió una imagen de la niña con un trajecito de leopardo y un moño en la cabeza. La imagen fue todo un boom y se viralizó rápidamente por todo el planeta y desde ese entonces suma más fans cada día.
Pero más allá de lo bonita que es la pequeña y el éxito que tiene en Instagram, nos preguntamos si la decisión de una madre cuando su hijo salta a la fama desde tan temprano puede perjudicarlo en el futuro.
Sabemos que una personita tan pequeña no es aún dueña de su voluntad y está sometida a la voluntad de sus padres. Es decir, elegimos por ella. Nuestra responsabilidad entonces es ponernos en su lugar y ver si nuestros deseos no pueden llegar a perjudicar a nuestro pequeños en el futuro.
La exposición en público no es desinteresada, al menos para los grandes medios de comunicación, y las imágenes de cualquier bebé que genere ingresos será utilizada millones de veces hasta sacarle todo el jugo monetario.
La pregunta que habría que plantearse es si en estas situaciones no estaremos también exprimiendo a nuestros hijos para “sacarles el jugo”.
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