Los límites están hoy en debate. ¿Pongo? ¿Cuántos? ¿Cuán severos? ¿Castigo? Venimos de una oleada de idas y vueltas en torno a ellos.
Una nueva mirada nos descolocó recientemente. “Himno de batalla de la madre tigre”, una obra que relata la experiencia de Amy Chua criando a sus dos hijas. Puso sobre el tapete un retorno a la disciplina estricta como forma de conseguir buenos resultados.
Chua es hija de inmigrantes chinos nacida en Estados Unidos y profesora de Derecho en la Universidad de Yale. En el libro, defiende el estilo estricto de las “madres chinas” sobre el, según ella, excesivamente sobreprotector de las madres “occidentales”.
Su estricta disciplina deja fuera cosas tan comunes y populares como que los niños se queden a dormir en casa de los amigos, que vean televisión, que jueguen en la computadora o que lleguen con notas inferiores al sobresaliente.
Ni muy muy, ni tan tan
Los adultos de hoy fueron niños muy restringidos en sus acciones: controlados y dirigidos –en ocasiones en extremo- por sus mayores. En contraposición se convirtieron en padres permisivos, que dejan la construcción de la individualidad de sus hijos casi totalmente por cuenta de ellos.
Pero, ¿hay matices? ¿Es real la dicotomía “ser felices o exitosos”? ¿Es malo ser un padre con aspiraciones para con los hijos? Con el aporte de la licenciada Marisa Russomando, psicóloga especializada en crianza, apuntamos a detectar cuál sería el modelo adecuado para inspirarnos.
Características de cada mamá o papá animal
Tigres
- Aspiran a tener hijos que siempre saquen “10”.
- Persiguen objetivos y optimizan los resultados de sus pequeños.
- Son claros con los límites y castigos y perseverantes en su cumplimiento.
- Son tan exigentes con sus hijos como consigo mismos respecto de la educación que imparten.
- Buscan el éxito porque consideran que es el camino a la felicidad.
- Con personalidad protectora y actitud presente.
Conejos
- Buscan agradarles a sus niños.
- Entienden el límite como una frontera cercenadora.
- Incitan a los hijos a que aprendan por sí solos.
- Priorizan el goce en el día a día y estiman que el castigo va en contra de dicha sensación.
- Su miedo a corregir deja la puerta abierta para que sus hijos abandonen rápido aquello que no les sale o les cuesta.
- Brindan mucho afecto y retienen más de la cuenta a la prole.
Pájaros
- Su lema máximo es la libertad.
- Tienen una personalidad volátil y despego a lo material.
- Comparten la creación de los límites junto a sus hijos.
- La familia es una institución democrática donde todos tiene voz.
- Darles tanto peso a la decisión de los niños termina abrumándolos.
- Ante los problemas la página se da vuelta rápidamente.
- Invitan a aprender desde la experiencia personal.
- Tendrán dificultades para limitar a adolescentes criados en su autocontrol.
Ardillas
- El miedo rige sus conductas.
- Los preocupa asumir el compromiso de ser papás.
- Dudan en criar, en limitar y en castigar.
- Le tienen miedo al fracaso.
- Son afectos a no innovar. Prefieren “ir a lo seguro”.
- Para sus hijos tener miedo será normal y les será difícil independizarse.
Osos
- Tienen una personalidad exuberante y majestuosa.
- Su gran abrazo cobija demasiado.
- Los niños crecen solos, pero papá mira siempre desde lejos.
- Creen poderlo todo.
- Explotan fácilmente. Sus castigos son impracticables.
- Tienen una fuerte presencia afectiva física y emocional.
- Para los niños son sus héroes.
Vacas
- Procrean sin pensarlo demasiado.
- Creen en que el destino proveerá.
- Improvisan en medio del caos y lo hacen sin estrés.
- Despliegan un afecto y distante sin tiempo.
- Comúnmente se encuentran abrumados por su realidad.
- Sus hijos se transformarán en padres de sus padres.
Camaleones
- Disfrutan el placer del ahora.
- Son inmaduros en su paternidad y aún esperan aprobación de sus propios padres.
- Crían de manera flexible, pero incierta. No tienen plan.
- Viven una aventura conjunta con sus hijos en el crecimiento de ellos.
- Tienen una simple lectura del mundo.
- Su hogar puede ser inseguro como refugio.
Lagartos
- Trabajan de padres con responsabilidad y exigencia.
- Conscientes en exceso de sus obligaciones.
- No dialogan, sentencian.
- Su estilo está claro para todos. No son flexibles.
- Ven el afecto como debilidad.
- Sus niños no se sienten amados.
- Son muy atentos y alertas a sus propios desvíos.
Monos
- Viven alegremente la paternidad porque los realiza.
- Ponen en escena su crianza siempre frente a terceros.
- Son ejemplo para el afuera e inconsistentes para sus propios hijos.
- Mientras todos los elogian, sus pequeños no los entienden.
- Son los grandes protagonistas de la crianza.
- Posee alto nivel de competitividad, aún con sus niños.
Aunque el tigre sea uno de los más ricos especímenes del reino animal, los padres pueden jugar roles diversos en la crianza de sus hijos y apelar a ser “padres zoo”: un poco leones, algo de pájaros, un tanto de conejos… Tendrán que elegir en qué jaula colocan a la cría y encontrar un camino que haga más felices a padres e hijos en la convivencia.
Por Flavia Tomaello, autora de “Qué animales somos como padres, recuperar el instinto de crianza”, de Editorial Grijalbo.