La siesta y el desarrollo cognitivo
Cuando está despierto, el bebé aprende algo nuevo en todo momento. Mira, escucha, huele y toca el nuevo mundo que ha aparecido a su alrededor. Aprende a gatear, a caminar, a hablar, y cómo llamar la atención cuando lo necesita.
Al parecer, la única pausa que hace en todo este proceso de aprendizaje es cuando duerme. Sin embargo, una nueva investigación descubrió que la hora de la siesta podría ser el período de más importancia en el proceso de aprendizaje.
¿Qué dicen las últimas investigaciones?
Un nuevo estudio, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, ha encontrado que las siestas pueden realmente ayudar a los bebés a aprender y a recordar nuevas tareas de forma más eficiente.
Para el estudio, los investigadores de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido y la Universidad Rohr de Bochum en Alemania, evaluaron a 216 bebés de entre 6 y 12 meses de edad y encontraron que las siestas regulares fueron de suma importancia para ayudar a los bebés a aprender.
Los investigadores les enseñaron a los bebés tres nuevas tareas utilizando marionetas. Luego de cuatro horas de enseñanza, la mitad de los bebés tomó siestas, mientras que la otra mitad se quedó despierta o dormida durante menos de 30 minutos. Al día siguiente, se alentó a los bebés a repetir lo que habían aprendido. Los investigadores descubrieron que después de aprender la tarea, los bebés que durmieron 30 minutos o más tenían más probabilidad de repetir lo que habían aprendido que los bebés que no durmieron.
En promedio, los bebés que durmieron fueron capaces de repetir las tareas, incluso luego de un año y medio; y los que durmieron menos de 30 minutos no pudieron repetirlas.
El estudio contradice la idea de que los bebés aprenden mejor cuando están despiertos. En este caso, los investigadores encontraron que en realidad, las tareas aprendidas inmediatamente antes de la siesta se adquirieron mejor que aquellos que las habían aprendido mucho antes de dormirse.
La importancia de la lectura en bebés
Los resultados también dan un nuevo enfoque a la importancia de estimular la lectura en los niños de todas las edades —y especialmente en los bebés— antes de acostarse. Sí. Es muy bueno acurrucarte junto a tu bebé y leerle un cuento antes de dormir. Además de ser una gran manera de relacionarte con él, también puede ser la clave para ayudar a que aprenda mejor el mundo que lo rodea, y a conocerte mejor a ti.
