Las protestas son la forma en que los ciudadanos exigen sus derechos ante una autoridad superior, como puede ser el gobierno (en la mayoría de los casos), un organismo en específico o una empresa. Si bien, estas pueden ser llevadas a cabo de manera pacífica, esto no siempre es así, y es cuando se tornan violentas que ocurren hechos lamentables, como los que conoceremos en la siguiente historia.
Un país que exige sus derechos
La muerte del estadounidense George Floyd, por los violencia recibida tras ser sometido por tres oficiales de la policía, fue la gota que derramó el vaso para miles de personas a lo largo y ancho de dicho país (y otras partes del mundo) que se sienten agobiados por los abusos de las fuerzas de seguridad. Ello sirvió como base para que muchas protestas comenzaran en algunas de las ciudades más importantes.
Desde un principio, dichas protestas han sido planificadas para llevarse a cabo de manera pacífica. Sin embargo, en algunas ocasiones, ciertos factores procedentes de alguno de los dos bandos (entiéndase esto como, policías y manifestantes) han provocado que las mismas acaben tornándose bastante turbulentas.
Por ello, muchas muestras de represión y vandalismo se han evidenciado durante las últimas semanas, hechos que han producido tanto perdidas materiales como pérdidas humanas. Todo esto en el contexto de una peligrosa pandemia.
Los niños no están a salvo
Aunque son muchos los hechos lamentables que han ocurrido durante estas protestas, es uno en particular el que ha hecho a ciertos departamentos de policía ser objeto de innumerables críticas. Se trata de las agresiones que han sufrido muchos niños pequeños durante las protestas.
Uno de los casos más conocidos fue el de una niña de 9 años (cuyo nombre no ha sido revelado por motivos legales), nativa de Seattle. Según cuentan los testigos, la protesta en que esta se encontraba se estaba llevando a cabo de manera pacífica, pero todo esto cambió cuando un oficial fue directo a golpearla en el rostro.
Tan pronto como esto ocurrió, todos los manifestantes que se encontraban próximos a la niña respondieron al cruel acto del policía, lo cual acabó desencadenando una serie de eventos violentos que dejaron varios daños materiales, heridos y detenidos. Luego de tal evento, la protesta dejó de ser pacífica y la calle se convirtió en un auténtico campo de batalla.
Tan pronto como recibió el golpe, la pequeña fue retirada de la zona por su madre. Aunque, afortunadamente el golpe no dejó ninguna fractura o lesión visible en su rostro, no se puede decir lo mismo de sus emociones, ya que los padres de esta cuentan que ahora ella tiene miedo de salir a la calle nuevamente.
Son varios los casos
Otro evento de esta clase fue el de un pequeño de tan solo 3 años el cual aspiró gases lacrimógenos, luego de que él y su madre fueran arrastrados, en contra de su voluntad, hacia una protesta, hecho que también ocurrió en la ciudad de Seattle.
La madre de este pequeño cuenta que ella no tenía ninguna intención de protestar y solo manejaba de regreso a casa luego de ir al mercado a hacer las compras de la semana. Sin embargo, en un punto de su camino, se cruzó con una de las tantas protestas.
Esta señora cuenta que, mientras intentaba buscar un camino alternativo para llegar a casa, unos policías los bajaron a la fuerza del vehículo y los soltaron en medio de los manifestantes.
Aunque la madre intentó regresar a su vehículo, la multitud se lo impidió y, unos pocos minutos después, los mismos policías que la habían bajado del vehículo a ella y a su pequeño, comenzaron a disparar bombas lacrimógenas.
La madre cuenta que, inmediatamente, intentó resguardar a su pequeño, pero que aun así, le era imposible evitar que este respirara los gases lacrimógenos. Luego de varios minutos entre dichos gases, estos finalmente lograron escapar, sin embargo, el pequeño sufrió varios daños en su cuerpo. Afortunadamente, los expertos indican que los mismos no dejarán secuelas.
La justicia siempre vence
Todos los eventos de esta clase han sido denunciados a las respectivas autoridades. Las cuales han comenzado arduas investigaciones por descubrir quienes fueron los oficiales involucrados en tales actos barbáricos.
Hasta la fecha, muchos policías y manifestantes violentos han sido apresados y juzgados, y la lista no deja de crecer. A los agentes que han sido expuestos, se les ha revocado su armamento y su licencia.
No todos son malos
Si bien, tanto en Estados Unidos, como en el resto del mundo, hay policías con conductas repudiables, no todos son así. Si algo debe quedar claro, es que generalizar es una acción digna de los ignorantes. Y una muestra de esto son las imágenes que han comenzado a circular recientemente, las cuales muestran a policías uniéndose a las manifestaciones pacíficas.
En varias partes de Estados Unidos, grupos de policías se han acercado a los civiles que protestan y les han dejado claro que pueden contar con su apoyo ante cualquier adversidad. Así mismo, se han registrado conflictos entre los policías que desean proteger a los civiles durante las protestas y aquellos que desean reprimirlos.
Si bien, hay muchos policías que han hecho daño a ciudadanos que exigen respeto a sus derechos (algo que no ocurre solo en Estados Unidos), hay aún más policías dispuestos a proteger a todos estos ciudadanos con sus vidas.