Es normal escuchar que las personas de edad avanzada se encuentran cansadas y ya no quieren hacerse cargo de niños, salvo algunas visitas semanales a sus nietos.
Pero este no es el caso de Louis Mapp, un hombre de 81 años que ha marcado la diferencia. Y es que no solo cuida a los bebés prematuros de una unidad de cuidados intensivos neontales (UCIN) sino que también ha donado una suma millonaria para estos pequeñitos.
Un abuelo excepcional
Louis Mapp es hasta el momento padre de tres hijos, abuelo de ocho y bisabuelo de dos. A pesar de ello, no ha perdido su interés en ayudar y cuidar a bebés en condiciones de salud comprometida.
Desde el año pasado se ha puesto la tarea de visitar un hospital que queda a 45 minutos de su hogar. Va todas las semanas para alzar y acunar a los bebés prematuros del Hospital de Niños y Mujeres de EE. UU en Mobile, Alabama. Sirviendo como voluntario en la UCIN ayuda así a otros que hacen esta misma labor, como las enfermeras que allí trabajan.
“Es una de las cosas más bonitas que he hecho”
Estas tiernas palabras las expresó Mapp a la revista People. “Me hace muy feliz ayudar y estar cerca de estos pequeños y las enfermeras que los cuidan. Son preciosos y sin duda soy yo quien recibe la ayuda finalmente”.
Lo ha hecho durante aproximadamente un año y medio y dice que está listo para realizar el viaje siempre que las enfermeras y voluntarios soliciten su ayuda.
“Es difícil describir la emoción que se siente al entrar en la UCIN. Algunos son tan pequeños… Abrazarlos y ver sus caritas sonrientes es una gran alegría para mí”.
“A menudo los sostengo y me imagino en qué se convertirán en el futuro. Cargo a esos preciosos bebés y los imagino sanos y fuertes, siendo excelentes profesionales”.
Una ayuda que va mucho más allá de la caridad
Mapp y su esposa de 59 años han ido mucho más allá, proporcionando una importante ayuda monetaria. Y es que han donado al hospital $1 millón de dólares por medio de la Fundación de la Familia Mapp. Es una importante ayuda para que se compre todo lo que se necesite para estos bebés.
Como es el personal quien lleva la principal carga de responsabilidad, Mapp ha decidido que sean ellos los que decidan qué hacer con el dinero y el momento en que lo usarán.
“Después de ver lo especial que es ese lugar, cómo cambia la vida de las personas, nos decidimos a hacer más. Hemos sido muy bendecidos y queremos compartir con otros tales bendiciones. Cuando ya no estemos, nuestra ayuda continuará asistiendo a estos pequeños que luchan por sus vidas”.
Su fundación promete seguir ayudando
Esta fundación va en crecimiento, brindando apoyo en todo tipo de causas. Ya ha otorgado unos 600 donativos de grandes cantidades de dinero a todo tipo de clínicas, lugares para alimentar a los más carenciados y centros de rehabilitación para las adicciones.
“Tengo 81 años de edad y todos los días le pido al Señor que me permita ayudar a otras personas. Que las coloque en mi camino para brindarles mi apoyo, sea financieramente, por medio de transporte, por una palabra de ánimo o de cualquier manera. Mientras esté en la Tierra haré lo posible por ayudar a los demás”.
¿Verdad que en el mundo hacen falta muchas más personas así?