Samanta Gadd estaba muy feliz cuando supo que estaba encinta, en octubre de 2016, apenas unos meses después de haber sufrido un aborto, en agosto de ese mismo año, la bebé arcoíris se llamaría Victoria.
Se le dice bebé arcoíris a aquellos niños que nacen luego de una pérdida previa, bien sea por aborto o muerte natural. El término es una metáfora empleada porque el arcoíris trae color al gris que deja un día tormentoso.
“Estábamos preparados con todo, su ropita, sentía sus pataditas, por las ecografías supimos que era una niña, y sería nuestro bebé arcoíris , pero ella también murió” dijo Samanta.
Ella y su esposo estaban emocionados porque sería una niña que se sumaría a los dos varones que ya tenía la pareja, pero a las 22 semanas de embarazo, la tragedia tocó su puerta: un prolapso adelantó el nacimiento de la bebé, pero sin vida.
“Yo no podía creer que a alguien le pudiera ocurrir tamaña desgracia dos veces. Fue aplastante, cambia tu vida para siempre, mi hija estaba sana, todo iba bien, pero luego no”.
La diferencia con su anterior pérdida, fue que apenas tenía 8 semanas de embarazo, cuando se dio el aborto espontáneo. Y al haber sentido a Victoria moverse y crecer, el dolor de la pérdida fue más fuerte, así que le costaba sobreponerse, a pesar de que nuevamente estaba embarazada medio año después.
“Era como una montaña rusa de emociones, porque por un lado estaba esperanzada y contenta, pues era la vida y la alegría de nuevo dentro de mí, pero por el otro me asustaba que todo lo malo se repitiera”.
Todo iba bien, y la nueva bebé crecía sana y fuerte, así que Samanta decidió hacerle un especial homenaje a Victoria, con una sesión de fotos, en la que la fotógrafa Nicole DeHoff, le tomaría fotos en un desnudo natural adornada con un arcoíris de brillantina.
“La sesión fue intensa. Por una parte sentía la pérdida pero al mismo tiempo en mi vientre albergaba la esperanza, y quería mostrar eso al mundo como reflexión que puede pasarle a cualquiera” cuenta la mamá emocionada.
En las fotos vemos a una hermosa Samanta con su pancita y un hermoso arcoíris brillante cubriéndole medio torso.
El 14 de diciembre de 2017, Samanta su esposo y sus hijos, le dieron la bienvenida al mundo a Abigail.
“Fue mágico tenerla en mis brazos, verla allí con tanta vitalidad me quitó un peso enorme y sentimos que todo lo vivido se resumía y culminaba allí. Una nueva etapa, ella es hermosa y se nos parece mucho a Victoria”.