Una mamá de Inglaterra compartió su historia de cómo pudo evitar la pérdida de su embarazo luego del fatal pronóstico de los médicos. La mujer tuvo una rotura de la bolsa de aguas a las 22 semanas de embarazo y el aborto espontáneo parecía ser inevitable.
Un método para evitar el parto prematuro
En una entrevista con el Daily Mail, Louise Adams comentó que no podía quedarse sentada con los brazos cruzados sin hacer nada.
“Todo lo que se podía hacer era monitorearme en el hospital esperando el inevitable aborto, que dijeron que iba a suceder en pocos días”, dijo Louise. “Pero yo sentía a Joseph moviéndose. No podía quedarme sentada sin hacer nada para salvarlo”.
Según algunos relatos de otras mujeres que habían atravesado la misma situación, la mamá se dispuso a beber muchos litros de agua por día. “Cuanto más bebe la madre más orina el bebé”, dijo Adams.
“Como la excreción de la orina del bebé es la principal fuente de producción de líquido amniótico en la segunda mitad del embarazo, tenía sentido que el aumento de la ingesta de líquidos podría hacer una diferencia”.
Durante 13 semanas, Adams bebió más de 11 litros de agua diarios. A las 35 semanas de embarazo, su bebé ya había desafiado todo pronóstico fatal.
“Me encerré en casa, no fue fácil, pero bebí siete litros por día, y también consumí jugo de arándano y dientes de ajo crudos después de leer que podían evitar una infección, algo común cuando la bolsa se rompe tempranamente. Los doctores y las parteras estaban escépticos y no me daban esperanzas, me dijeron que había poca investigación y que era poco probable que esto funcionara, pero no tenía nada que perder”.
Adams pudo llegar a ocho meses de embarazo y dar a luz a su hijo Joseph por medio de una cesárea. “Al oírlo llorar nos sentimos muy dichosos, estaba en perfecto estado y lo hizo muy bien. Regresó a casa después de una semana” agregó la mamá.
¿Que hay de cierto en esto?
No hay investigaciones que respalden este tratamiento. Sin embargo, existe un procedimiento llamado amnioinfusión que consiste en introducir suero fisiológico en el interior de la cavidad amniótica ante la disminución del líquido amniótico.
También se suele utilizar para descomprimir el cordón umbilical, que puede estar apretado entre la madre y el feto si hay muy poco líquido o ante la presencia de meconio, evitando así el sufrimiento fetal.
Es una técnica que ha de ser indicada y realizada por un especialista, siempre que esté justificada.