A raíz del XVII Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) llevado a cabo en Lausanne, Suiza, un prestigioso periódico publicó una serie de cuatro artículos que detallamos a continuación:
Descenso en los niveles de espermatozoides
Según un investigador dinamarqués, este síntoma está determinado por químicos, radiaciones y hormonas en los alimentos.
Son chicos iguales a los demás
Los nacidos por técnicas de reproducción asistida exhiben un saludable bienestar emocional.
Las mujeres sin óvulos podrán tener hijos con sus propios genes
En laboratorio ya se introdujeron núcleos de células adultas en óvulos donados.
Crean embriones sin el aporte masculino
El óvulo fue fecundado con células adultas divididas por la mitad; si es exitoso permitiría concebir sin gametas masculinas.
Indudablemente, estos títulos generan impacto, que provocan sensaciones tales como asombro, extrañeza, admiración, inquietud, entre otras.
La reproducción humana alcanza modificaciones insospechadas, por lo que es difícil permanecer indiferentes a esta problemática que nos afecta directamente y produce cambios en el contexto social.
Las técnicas que en un principio fueron desarrolladas y promovidas para facilitar la unión de las gametas o células sexuales fuera del útero materno, hoy admiten múltiples variantes y combinaciones. Sin embargo no todo lo anunciado es factible de ser realizado. Al igual que otras noticias, el sensacionalismo y la búsqueda por captar audiencia afecta a esta temática. Es así que en este caso, mucho de lo anunciado en el Congreso de Lausanne y comentado en los artículos antes mencionados, permanecen en fase experimental; por tal motivo la aplicación en seres humanos aún no esta justificada.
La posibilidad para que estos desarrollos alcancen su meta requiere un tiempo, al igual que la sociedad necesita de un proceso que permita elaborarlo y aceptar los cambios que este modo de reproducción humana implica.
Es indudable, que las técnicas de fertilización asistida abren nuevas perspectivas vinculares donde la filiación no está necesariamente ligada al material genético y mucho menos al encuentro sexual de una pareja. Es probable que varias de las cosas que hoy nos cuestionamos dejarán de inquietarnos en un tiempo futuro, ya que paulatinamente nos vamos adaptando a los cambios. Si bien no podemos desconocer que los avances y las modificaciones son imparables, la elaboración requiere de un proceso interno diferente.
A la hora de informarnos, encontramos que la enorme cantidad de material que recibimos, en ocasiones nos confunde y aumenta nuestros prejuicios y resistencias.
Concluimos reflexionando que no todo lo técnicamente posible, es moralmente aceptable y psíquicamente fácil de elaborar. Es aconsejable que las parejas que requieren la implementación de técnicas de fertilización asistida, se informen debidamente de las mismas y se preparen psíquicamente para dar lugar al encuentro con el hijo a través de este modo.
